Corea del Sur y Estados Unidos acordaron ayer levantar los límites sobre la capacidad de carga de los misiles surcoreanos, con vistas a reforzar las competencias defensivas de Seúl tras el ensayo nuclear norcoreano del tres de septiembre de 2017. (EFE)
Vientos de guerra soplan sobre la península coreana. Corea del Sur y Estados Unidos acordaron ayer levantar los límites sobre la capacidad de carga de los misiles surcoreanos, con vistas a reforzar las competencias defensivas de Seúl tras el ensayo nuclear norcoreano del domingo, considerada la prueba más potente que ha realizado hasta ahora.
Esto permitirá incrementar el poder destructivo de los proyectiles de las fuerzas surcoreanas, ante la intensificación de los desarrollos armamentísticos del país vecino, que desde comienzos de año ha probado catorce misiles balísticos. Además, Surcorea simuló ayer un ataque contra la vecina Norcorea con misiles reales.
Mientras tanto, en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), la representante de Estados Unidos, Nikki Haley, consideró que los ensayos nucleares de Corea del Norte significan que este régimen está "rogando por la guerra".
Ante esto, el representante chino, Liu Jieyl, aseguró que "China nunca permitirá el caos y la guerra en la península coreana".
Por su parte, el representante ruso, Vassily Nebenzia, rechazó una posible "solución militar" para enfrentar las amenazas del programa nuclear de Pyongyang, y solicitó mantener la calma y "evitar una escalada mayor".