(EL SIGLO DE TORREÓN)
Para entender lo que la ciudad de Torreón es actualmente, habría que revisar los hechos históricos que la han marcado desde sus orígenes hasta tiempos recientes.
Hay que remitirse a familias como la del Marquesado de Aguayo, los Sánchez Navarro y personajes como Juan Ignacio Jiménez, Leonardo Zuloaga y Andrés Eppen, así como a acontecimientos clave como los sistemas de distribución de agua, la construcción de presas, la edificación del Torreón y la llegada del ferrocarril.
FAMILIAS Y PERSONAJES
A inicios del Siglo XIX, el Marquesado de Aguayo tenía el dominio total de Santa María de las Parras que comprendía desde el Nazas hasta algunas áreas de Zacatecas, ahí se trabajó bajo sistemas de explotación de tierras y ganadería durante el Virreinato, se vivieron cambios sociales y políticos por la Independencia, y la llegada del primer Imperio Mexicano con Agustín de Iturbide.
Los Sánchez Navarro, originarios de Monclova, aparecieron al comprar las tierras, tras el proyecto de república en el país, en 1824, pero los herederos Carlos y Jacobo Sánchez, vendieron el patrimonio familiar en 1843 a Juan Ignacio Jiménez y Leonardo Zuloaga.
Estos últimos potenciaron el progreso en la zona, introdujeron cambios en los sistemas de distribución de aguas, construyeron presas como la del Coyote (1849) para abastecer los cultivos con agua del Nazas, y en particular Zuloaga mandó construir la torre de vigilancia tipo “torreón” en los márgenes del Nazas, lo que trajo el nombre del Rancho del Torreón.
En 1852, la hacienda fue dividida, se creó la Hacienda del Torreón, con un Zuloaga que falleció en la década de 1860, pero dejó a una viuda, Luisa Ybarra, que con apoyo de otro personaje clave, Andrés Eppen, lograron impulsar el surgimiento del rancho y traer el ferrocarril en 1883, lo cual cambió la dinámica social y económica de quienes vivían en los alrededores.
Eppen, además, contactó al ingeniero Federico Wulff, quien diseñó las primeras manzanas y calles de la zona, que comenzó a ser vendida por secciones desde 1888.
El aumento de la población, los intercambios económicos y hasta culturales llevaron a que en 1893 las autoridades estatales elevaran a Torreón al rango de "villa".
DE VILLA A CIUDAD
Catorce años pasaron para que Torreón fuera elevado al rango de ciudad, lo que se logró gracias al tranvía eléctrico en 1898, la edificación de la Presidencia municipal, Plaza de Armas; el surgimiento de mercados, bancos, empresas de textiles, restaurantes y de servicios públicos, así como la llegada de nuevos pobladores, incluso de otros países.
Formarlmente, el 15 de septiembre de 1907 Torreón dejó de ser parte de Matamoros y se convirtió en ciudad, su primer alcalde fue el señor Rafael Aldape Quiroz.
FACTORES DE CRECIMIENTO
Torreón creció como ciudad gracias a la construcción de edificios emblema, algunos de los cuales son el Mercado Juárez, en 1907; el Teatro Princesa, construido por Don Isauro Martínez en 1919; el Teatro Isauro Martínez, en 1930; el Bosque Venustiano Carranza, en 1941; el Banco de México frente a la Plaza de Armas, en 1947; vialidades como el bulevar Independencia y el diagonal Reforma en 1951, el bulevar Constitución en 1975; y la Central Camionera, en 1988.
Asimismo, no puede dejarse de lado que en 1918 Don Fernando Rodríguez y Don Ángel Urraza, junto con un grupo de españoles formaron el Real Club de España, promoviendo el fútbol soccer en la región; que en 1925 se realizó la primera Feria del Algodón, que a la fecha sigue celebrándose; y que en 1922 fue fundado el diario El Siglo, que posteriormente sería El Siglo de Torreón.
LA ETAPA REVOLUCIONARIA
Fundamental en cada torreonense es conocer la importancia que la ya ciudad tuvo durante la Revolución Mexicana.
Por ejemplo, la primera junta revolucionaria con Francisco I. Madero se realizó en la casa de José María Rodríguez, en la avenida Matamoros de esta ciudad.
En 1911, el 15 de mayo, ocurrió la llamada Matanza de chinos, en la que más de 300 ciudadanos de ese país fueron asesinados de forma injustificable.
Luego, 10 días sangrientos se vivieron del 22 al 31 de julio de 1913, debido al ataque de grupos revolucionarios.
Tras meses en relativa paz, el 2 de octubre Francisco Villa logró tomar la ciudad por primera vez, y aunque se retira a Chihuahua, el 13 de abril de 1914 regresa y concreta la más conocida como “Toma de Torreón”.
Finalmente, en julio de ese año se firmó el Pacto de Torreón entre Venustiano Carranza y Villa, buscando una unidad que a finales de año quedaría rota y terminaría con tropas carrancistas en la ciudad y una breve ausencia de Villa, quien luego de tomar Torreón por tercera vez el 22 de diciembre de 1916, es obligado a marcharse, y llega con ello la paz nuevamente a la ciudad.
EN LA MEMORIA TORREONENSE
Finalmente, para saber de Torreón hay que conocer de aquellos hechos que permanecen en la mente de sus habitantes en tiempos recientes.
Entre estos pueden citarse la nevada del 12 de diciembre de 1997, que fue la primera en más de 30 años; así también, la sequía del año siguiente, que fue histórica y que incluso trajo la posibilidad de una declaratoria de zona de desastre para toda la Comarca Lagunera, pero que concluyó con una lluvia de similar categoría, en agosto de ese 1998.
Y para cerrar, la "helada negra" de 2011, que se registró el 3 y 4 de febrero de ese año y dejó severos daños en la vegetación.
El 4 de febrero de 2011, la zona conurbada de La Laguna tuvo uno de los días más fríos de sus registros históricos.
Sin agua y sin transporte público se quedaron varios sectores de la ciudad. A causa de la onda gélida que azotaba a la región, cientos de tuberías de agua potable se reventaron y los medidores se congelaron, ya que durante la madrugada las temperaturas llegaron hasta 8.5 grados bajo cero.
Todo el día, prácticamente la ciudad se quedó sin servicio de agua potable.
El Observatorio Meteorológico de Torreón reportó que la temperatura fue la más baja en 40 años, desde que comenzaron los registros del clima y superó la marca de 8 grados bajo cero registrada en diciembre de 1997.
Las clases se suspendieron en la Comarca Lagunera, pero al darse el anuncio, por la mañana, los salones ya lucían vacíos pues padres de familia decidieron no enviar a sus hijos a la escuela.
