América y Cruz Azul consolidaron ayer una ridícula serie de cero a cero en cuartos de final. Infame, si consideramos que la META en el futbol es meterla. Es el clímax; no hay nada como el gol.
Y pues sí, de manera casi inmediata, nuestras brillantes mentecillas de aficionados profesionales, críticos y directores técnicos de sofá traducen un 0-0 en aburrimiento; ahora multiplíquenlo por dos (x2). Doble aburrimiento.
Tal vez la descripción no resulte tan exacta si vemos el resumen del encuentro de vuelta y nos damos cuenta que ambos equipos buscaron meterla, sin éxito.
Que ambos equipos, con sus mejores delanteros, fallaron oportunidades claras de gol; de esas que en Europa (entiéndase las ligas de Europa que volteamos a ver) los "matones" del área no perdonan. Por porcentaje, al menos.
Pero no, aquí no es allá; aquí rifa la LigaMX, donde un equipo avanza a semifinales después de no meter siquiera un golecito tras dos partidos de 90 minutos (y "cacho") cada uno.
América pasa porque fue mejor en las 17 fechas del torneo regular... parece que después de todo no estamos tan lejos del "modelo europeo". Pero no se trata de eso, que nuestros directivos sabios y previsores establecieron el gol de visitante como criterio de desempate para "obligar" a los equipos a atacar. Para que no hubiera "ceros a ceros"... no contaban con la "astucia" de los Oribes, los Darwins, los Romeros, los Moras, los Méndez, los Rodríguez o los Peñalbas. Los malos, pues.
Dos de los llamados "grandes" han quedado a deber. América se salva con el pase a "semis", ¿pero La Máquina? En este 2017 se cumplen 20 años desde la última vez que Cruz Azul supo lo que es levantar un trofeo de campeón. Cuarenta torneos ya, nada más.
Aquellos cruzazulinos adolescentes, que heredaron una pasión, tendrán que seguir esperando para saber qué se siente. Para vivir su "primera vez".
Ahí tienen, periodistas capitalinos, su serie "más esperada". Como diría Héctor Castañón: "Cruz Azul, grande en fracasos".
¿Le seguimos?: