El presidente de México, Enrique Peña Nieto, y el mandatario electo, Andrés Manuel López Obrador, pusieron de manifiesto sus diferencias sobre la continuidad o no de la Reforma Educativa, en un evento en que, no obstante, dejaron claro que primará el respeto entre ambas administraciones.
"Quiero dejar de manifiesto que se va a cancelar la actual Reforma Educativa y va a ser sustituida por otra", clamó López Obrador ante la mirada de Peña Nieto, impulsor de dicha enmienda constitucional, en una conferencia de prensa que ambos celebraron en Palacio Nacional, sede del Ejecutivo mexicano.
Teniendo a sus espaldas a los miembros de sus respectivos gabinetes (ministros y futuros ministros), los dos políticos dieron por iniciado "formalmente" el periodo de transición, que culminará el 1 de diciembre cuando el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) tome posesión.
Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI), abrió el turno de palabra resaltando la "apertura" y "disposición" de su gobierno por facilitar la información a su sucesor y que así pueda "iniciar su gestión de manera exitosa".
López Obrador, quien en un gesto insólito definió a su futuro gabinete ministerial incluso antes de que iniciara la campaña, destacó el clima de "cooperación" para la transición: "Estamos muy satisfechos y agradecemos al presidente (...) por este gesto institucional de respeto y colaboración".
Los puntos de vista discrepantes salieron a relucir durante el turno de preguntas de la prensa, dado que buena parte de las cuestiones estuvieron centradas en el futuro de la reforma educativa, que implementó medidas como la evaluación de los maestros.
López Obrador, cuyo equipo anunció que abrirá una consulta popular para definir los próximos pasos en materia educativa, dijo que en su momento se dará a conocer "un plan distinto" que tenga en cuenta el punto de vista de maestros y padres de familia.
"Mientras esto no suceda, vamos a acatar lo que está establecido en las leyes y vamos a respetar el mandato constitucional", aseveró.
Ante este planteamiento, el presidente reconoció que ambos tienen una "óptica diferente", pero que predominará el "respeto entre las dos administraciones".
Reunión. El Ejecutivo federal, Enrique Peña, y el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, en Palacio Nacional.