Juan Cuevas (i), de Everton, disputa el balón con Bernardo Añor.
Caracas FC saldrá hoy, en casa ajena, a sellar su pase a la segunda ronda de la Copa Sudamericana cuando reciba al chileno Everton, con la renta del triunfo en el partido de ida por 1-2 en Viña del Mar.
El equipo venezolano tendrá que hacer de local en Estadio Metropolitano de Cabudare, a casi 370 kilómetros de su sede, el Olímpico de la UCV, por las remodelaciones que atraviesa su maltrecho feudo.
Pese a que el Caracas trazó un plan para llevar a la hinchada hasta el estado de Lara, a más de cuatro horas de la capital venezolana, es más que probable que el equipo de Noel Sanvicente juegue ante escaso público.
En lo deportivo, el conjunto capitalino no anunció bajas y todo punta a que se repetirá el mismo once que inició en Sausalito, aunque a Sanvicente el reciente accionar del delantero Jesús Arrieta, autor de uno de los goles en el choque de ida de esta llave, le plantea dudas.
El exseleccionador venezolano podría dar ingreso desde el pitido inicial al veloz atacante colombiano, que en la liga local viene de dejar buenas sensaciones pese a la caída de su club por 2-0 ante el líder Mineros por la sexta fecha.
Entretanto, el Everton llega al compromiso tras levantar en el Campeonato Nacional chileno luego del buen triunfo de la quinta jornada ante el San Luis, y con una sensible modificación con respecto al partido de ida: la reciente titularidad del portero Leonardo Figueroa en detrimento del criticado Eduardo Lobos.
"Estamos recuperando nuestra identidad de juego, (el triunfo) es un buen golpe anímico para viajar a Venezuela", dijo a los medios el entrenador de los "Ruleteros", Pablo Sánchez, luego del lauro en la liga local.