Vista de la fachada del estadio Centenario, en Montevideo. (AP)
Uruguay evalúa la posibilidad de demoler el mítico estadio Centenario como parte de su proyecto para coorganizar la Copa Mundial de 2030.
El secretario de Deportes del gobierno, Fernando Cáceres, dijo que hay una media docena de proyectos que se están considerando.
Algunos suponen solo remodelar el estadio, construido en 1930, para adecuarlo a los tiempos modernos. Otros son más tajantes al sustituir tribunas enteras. En el más radical de todos, todo será demolido y solo se conservaría la Torre de los Homenajes y los dos bloques de hormigón contiguos, que son su sustento.
En todos los casos se mantendría la Torre, una icónica estructura de 100 metros de altura, que rinde tributo a los equipos uruguayos que lograron la medalla de oro en futbol en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928, y que no puede ser demolida ya que ha sido declarada patrimonio nacional.
De todos modos, Cáceres enfatizó que el actual Centenario "ya no resiste porque su mantenimiento es muy costoso y ya no se adecua al espectáculo deportivo moderno".
El secretario de Deportes admitió que hablar de demoler el estadio es un shock para todos los uruguayos, por el valor simbólico que tiene para los habitantes de un país apasionado por el futbol.
"Por supuesto que a nadie le resulta indiferente. Yo también sentí una gran resistencia inicial la primera vez que escuché la propuesta, ¿pero qué gran obra en este país no ha generado resistencias iniciales?", dijo.
El Centenario fue construido en 1930 para que fuera la sede principal del primer Mundial ese mismo año. La obra le fue confiada al arquitecto Juan Scasso, que entonces era director de Paseos Públicos de la Intendencia (alcaldía) de Montevideo. La obra se realizó en apenas seis meses y la epopeya culminó con la consagración de Uruguay como primer campeón del mundo, tras vencer en la final 4-2 a Argentina.
Reducto tradicional de la "Celeste", el Centenario también es escenario para los partidos de los dos clubes grandes del país: Peñarol y Nacional. Pero estos últimos cada vez juegan menos partidos en el histórico escenario y emplean más sus propios estadios, lo que dificulta el obtener recursos para el mantenimiento del Centenario.
También ha sido escenario de grandes espectáculos musicales, por ejemplo de los Rolling Stones y Paul McCartney.
Cáceres dijo que se podrían invertir hasta 300 millones de dólares en la remodelación o construcción de un nuevo Centenario y que la decisión de cual proyecto adoptar se debería tomar en tres o cuatro meses.
La noticia de que el Centenario podría llegar a ser demolido generó un inmediato revuelo en la prensa y las redes sociales.
William Rey, experto en temas patrimoniales y expresidente (2006-2008) de la estatal Comisión de Patrimonio, un organismo que vela por conservar el acervo histórico y cultural del país, rechazó enfáticamente la idea.
"El estadio Centenario es muy, muy, importante para Uruguay, y también para el mundo", dijo Rey a AP. "Por algo FIFA lo considera monumento al fútbol. Testimonia el primer Mundial. Hoy en el mundo ya casi no quedan estadios de aquella época y nosotros tenemos la pieza de oro. ¡Y en lugar de conservarla, piensan en demolerla!".
Rey se mostró partidario de extender a todo el Centenario el decreto que declara patrimonio nacional a la Torre de los Homenajes y también de que Uruguay postule al Centenario a la lista de lugares que son patrimonio de la humanidad de la Unesco.
"Entiendo que Cáceres haga ese planteo desde un punto de vista estrictamente operativo del futbol, pero no reflexiona sobre el valor cultural y patrimonial que tiene el estadio Centenario", agregó.
Vista de la fachada del estadio Centenario, en Montevideo. (AP)