Clave. Una botella con agua que contenía cianuro es la principal pieza para indagar la muerte de Jorge Enrique Pizano y su hijo. (TWITTER)
El caso Odebrecht sigue dando coletazos en Colombia, donde la muerte de un testigo clave y tres días después la de uno de sus hijos, que falleció envenenado, han generado un huracán en cuyo centro está el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
El último episodio estalló con la muerte de Jorge Enrique Pizano, considerado testigo clave en el caso e interventor de la carretera Ruta del Sol, cuyo socio mayoritario era Odebrecht.
Para la construcción de esa carretera, Odebrecht pagó 84,000 millones de pesos (unos 28.62 millones de dólares) para garantizar que la concesión recayera sobre ellos, según confirmó la Fiscalía. Poco antes de morir de un infarto, Pizano dio una entrevista a Canal Uno que fue publicada tras su muerte y en la que denunció que el fiscal Martínez conocía desde 2015, antes de asumir el cargo, las irregularidades en la licitación para la construcción de Ruta del Sol.
Por si fuera poco, tres días después murió uno de sus hijos, el arquitecto Alejandro Pizano Ponce de León, quien según los informes forenses fue envenenado con cianuro.
La investigación de la Fiscalía desveló que el cianuro que bebió Pizano hijo estaba en una botella de agua saborizada que encontró en el escritorio de su padre en su casa cercana a Bogotá.
Por eso, los investigadores recibieron la bebida para realizar los "análisis correspondientes".
Las sospechas llevaron a reabrir el caso de Pizano padre, cuyo cuerpo había sido cremado.
Los procedimientos jurídicos colombianos marcan que, cuando una persona muere en casa, se le haga una necropsia que en este caso confirmó el infarto.
Sin embargo, y también como marca la norma fiscal, los forenses recogieron muestras de tejidos que ahora van a ser analizados para confirmar o descartar si había restos de cianuro en su cuerpo.
El huracán de las dos muertes ha ido cerrándose alrededor del fiscal Martínez.