Una semana después del inicio de noviembre, la junta directiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) informó sobre los resultados de la evaluación realizada sobre el desempeño de la economía de México correspondiente a 2018, con base en el artículo IV del convenio constitutivo del organismo multilateral.
El artículo IV hace referencia al buen funcionamiento del sistema monetario internacional y al cumplimiento de las obligaciones de cada país para lograr ese objetivo.
En el texto se menciona que los países miembros proporcionarán al FMI la información necesaria para ejercer esa supervisión y, a solicitud del organismo multilateral, le consultarán sobre sus políticas de tipos de cambio.
En los hechos, el FMI evalúa a partir de sus propias consideraciones en la materia el conjunto de la política económica y el desempeño de la economía, presentando como parte del documento de evaluación un conjunto de recomendaciones sobre la gestión estatal, incluyendo la ejecución de ciertas políticas económicas.
En el informe correspondiente a noviembre de 2018 se destaca el manejo sólido de la economía a partir de la ejecución de políticas económicas vinculadas a la continuidad de la agenda de reformas estructurales.
La junta ejecutiva del FMI celebra la ejecución y mantenimiento del plan de consolidación fiscal, fundada en la disciplina fiscal por el gobierno de México. Como parte del discurso regular del Fondo Monetario Internacional, advierte contra la introducción de excepciones en impuestos o la reducción de tasas fiscales en tanto generan distorsiones o una erosión de la base fiscal.
El punto a destacar es que el discurso del FMI tiene el peso de los compromisos de las finanzas públicas con el organismo multilateral a partir de la importante línea de crédito dispuesta como garantía para completar las reservas internacionales.
El comportamiento reciente del tipo de cambio y el ingreso y permanencia de capitales de no residentes en México y de grandes financieros del país tiene en la línea de crédito del FMI uno de los elementos que permite su permanencia. Es parte de una situación altamente inestable que incluye las opiniones de las agencias calificadoras.
Las observaciones del FMI consideran imprescindible reavivar la agenda de reformas estructurales, lo que implica dar continuidad a la estrategia económica y a la política económica ejecutada en las décadas previas. Este es el tema crucial para el desempeño del gobierno que inicia el 1 de diciembre.
En particular destaca la mención a continuar con las reformas en el sector de la energía y la participación privada en gas y petróleo, incluso como elemento clave para atraer lo que denomina la inversión necesaria para fortalecer esa actividad. Aún más, observa que es necesario fortalecer la situación financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) como prerrequisito para nuevas inversiones en refinación. ¿Cuál es el alcance práctico de esta observación? ¿Cómo afectará a la calificación de la deuda de Pemex y del propio gobierno federal inversiones en refinación?
Realizar en lo inmediato inversiones en materia de refinación es imprescindible por diversos motivos. El saldo de la balanza petrolera no es positivo para el proceso de financiamiento de la economía. Mantener el actual funcionamiento de Pemex enfocado a la extracción de hidrocarburos es una presión más para la cuenta de capitales, que se suma a otros hechos que obligan a mantener capitales del exterior en el país adquiriendo deuda pública que no se utiliza para financiar la inversión.
Si no se avanza en materia de refinación, se debilita aún más a Pemex. Es necesario producir más gasolinas en el país y recuperar la capacidad de refinación en las plantas existentes. Además, es imprescindible avanzar en la construcción de una nueva refinería a la brevedad. Con ello se mejoraran las finanzas de Pemex y también será un hecho positivo para las finanzas públicas y para la balanza de pagos. Todo es condición para lograr un mayor crecimiento de la economía.
