Proceso. Miguel Ángel Martínez Martínez trabajó para el Cártel de Sinaloa bajo las órdenes directas de 'El Chapo' Guzmán. (EFE)
El juicio contra Joaquín "El Chapo" Guzmán empezó este lunes, con una revisión de los inicios del capo en el narcotráfico, con el testimonio de Miguel Ángel Martínez Martínez, "El Gordo" o "El Tololoche", uno de los primeros colaboradores de Guzmán en su ascenso en el tráfico de drogas a finales de 1980.
La primera hora del testimonio de Martínez Martínez no fue tan controvertida como la de Jesús "El Rey" Zambada: sólo habló del pasado, cuando "El Gordo" pasó de ser piloto de aviones cargados de droga a gerente del cártel. La presencia de Martínez Martínez estuvo marcada por las medidas de seguridad hacia el testigo, incluso se impidió que se difundieran dibujos que pudieran identificarlo y así "hacer más fácil el trabajo a aquellos que quieran hacerle daño", señaló el juez Brian Cogan, quien le llamó la atención a Emma Coronel, esposa de "El Chapo", por llevar un celular sin autorización.
El testimonio de Martínez Martínez era esperado desde que los abogados de Guzmán indicaron que era un personaje que consumía cuatro gramos de cocaína diarios. "Trabajaba única y exclusivamente para el señor Guzmán", confesó Martínez Martínez, quien se refirió a "El Chapo" como el único jefe que le daba órdenes.
"El Gordo" comentó que su carrera como piloto terminó cuando Guzmán le dijo que era "muy malo" después de romper la hélice de un avión; de ahí saltó a ser el "representante" con los cárteles de Colombia y encargado de tareas como la búsqueda de pistas de aterrizaje clandestinas.
En plena competencia con Amado Carrillo Fuentes, líder del "Cártel de Juárez", y con quien Guzmán tenía una relación "muy buena", "El Chapo" instó a "El Gordo" a "conseguir que [los colombianos] nos enviaran más [aviones] que a Carrillo Fuentes".
Amado fue nombrado "El Señor de los Cielos" por traficar cocaína en transporte aéreo, hasta más de 10 aviones a la vez cargados con hasta 800 kilos de cocaína colombiana.
‘El cártel era como una empresa’
Un narcotraficante mexicano que trabajó durante más de una década para Joaquín “El Chapo” Guzmán describió ayer el camino al éxito del cartel de Sinaloa, que llegó a funcionar como una empresa de más de 200 empleados, incluidos secretarias y contadores, y dueña de aviones y barcos que transportaban y recibían cocaína colombiana, además de proveedora de pagos en sobornos que podían llegar a los diez millones de dólares cada uno.
Miguel Ángel Martínez, quien se describió como un cercano aliado de Guzmán a principios de la década de 1990, habló durante el juicio a “El Chapo”, que se celebra en Brooklyn. Para demostrar el poder del cartel, dijo que se pagó dos o tres veces diez millones de dólares a Guillermo González Calderoni, policía asignado a la Dirección Federal de Seguridad. “Me dijo que era un policía muy inteligente”, testificó Martínez, alias “El Tololoche”, al describir lo que Guzmán pensaba de Calderoni.
Calderoni fue asesinado en Texas en 2003. Según Martínez, fue Calderoni quien avisó a Guzmán de que Estados Unidos había puesto una base para interceptar aviones que venían de Colombia y aterrizaban en pistas clandestinas mexicanas y que por lo tanto le recomendaba usar barcos para recibir y transportar cocaína.
“El Chapo”, que ha estado detenido en confinamiento solitario desde su extradición a EU a principios del año pasado, se ha declarado inocente de los cargos de que acumuló una fortuna multimillonaria al traficar toneladas de cocaína y otras drogas en EU.