Entre la salud y la belleza

Es verdad que el acrílico da una estética favorecedora a las uñas, además es una opción que derrocha elegancia y frescura. Pero, ¿sabes lo que puede ocurrir si no eres precavida?

Dana Stern, dermatóloga con especialidad en uñas, indica que este producto es una mezcla de un monómero liquido y un polímero en polvo que crea una capa protectora y dura sobre las uñas naturales. A medida que va creciendo la uña natural, va quedando un hueco entre la artificial y la piel, por lo que es necesario acudir al manicurista para rellenar ese espacio. “Se debe tomar en cuenta que para quitar completamente las uñas acrílicas es necesario dejarlas en acetona por unos 10 o 15 minutos”, comenta.

Respecto a la cuestión sobre si son perjudiciales o no, la dermatóloga expresa que en ocasiones las personas pueden ser alérgicas a los componentes químicos (como resinas y formaldehídos) presentes en el producto; en algunos casos pueden provocar la separación de la uña, sensación de ardor, dolor o inflamación. Por no mencionar que, si no están bien ventiladas, se corre el riesgo de inhalar gases tóxicos.

Las uñas acrílicas suelen ser totalmente rígidas, si una recibe un golpe es más fácil que se desprenda del lecho ungueal. También conllevan a un grado mayor de contraer una infección. "Si no se quitan por completo las bacterias de la lámina ungueal antes de la aplicación del producto, pueden aparecer Pseudomonas (bacterias que producen un pigmento verde)”, explica la especialista.

¿Qué ocurre con los esmaltes?

Los esmaltes también pueden desencadenar problemas. La dermatóloga Elena Tévar dice que sólo un 6,6 por ciento de las mujeres presentan alergias a algunos de los componentes de ellos. “No se manifiestan de manera específica como lesiones en las uñas, sino que aparecen en forma de eccema (dermatitis alérgica de contacto) en párpados, cuello o boca, por lo que son más difíciles de relacionar”.

Además, la radiación Ultravioleta (UV) en las manicuras permanentes aumentan la probabilidad de cáncer. El daño más frecuente es el cambio de color, sobre todo cuando se usan esmaltes oscuros. La mayoría de estas lacas son muy agresivas y tienen sustancias químicas que van pigmentando la uña y debilitándola.

Para evitarlo, es necesario hidratarlas bien y protegerlas con una base que las impermeabilice e impida el paso de sustancias más agresivas. “Si las vemos más amarillas de lo normal, es bueno dejarlas descansar, no pintarlas durante días y hacer una hidratación con agua y limón”, recomienda Tévar.

Para reparar los daños causados por el acrílico y el esmalte, se recomienda cortar las uñas con el fin de eliminar los bordes inadecuados y limar las puntas para eliminar el exceso de pegamento y los restos de las uñas artificiales. Si no se tiene tiempo o no sabe cómo hacerlo, es recomendable acudir con un experto en manicure.

Otra recomendación es aplicar un barniz de tratamiento sobre las uñas, algunos fabricantes hacen esmaltes transparentes diseñados para ayudar a pacientes con uñas dañadas por el acrílico.

La composición nutricional de algunos alimentos resulta muy beneficiosa para las uñas. Si se consume comida saludable de manera habitual, las uñas pueden estar en mejor estado. Algunos alimentos son:

Levadura de cerveza: Es un complemento rico en proteínas y vitaminas del grupo B, germen de trigo, rico en vitaminas E y en Zinc, por lo que contribuye al cuidado de las uñas.

Nueces y semillas de lino: El aporte de grasas saludables es importante para proporcionar vistosidad a las uñas, además de elasticidad.

Frutos rojos: Son alimentos con gran cantidad de vitamina C y de antioxidantes y ayudan a fortalecer y evitar la rotura de las uñas, además de favorecer la absorción del hierro.

¡Evita las uñas débiles!

1. Seca bien las manos y las uñas después de cada lavado.

2. Hidrata bien las manos y las uñas, sobre todo cuando el tiempo es muy frío o seco.

3. Protege las manos con guantes cuando utilices detergentes.

4. Haz una dieta equilibrada ya que las deficiencias debilitan las uñas.

5. Evita comerte las uñas o morder la piel que las rodea.