Murió lejos de su tierra, en California, un 11 de abril de 1983. Su partida marcó el inicio de una leyenda en la industria fílmica que en vida atrapó con su porte y talento a directores de México, Estados Unidos, España, Italia y Grecia entre los años 20 y 50. (ESPECIAL)
Es difícil imaginar al cine mexicano sin el rostro de Dolores del Río, esa mujer duranguense que no solo fue la primera mexicana en conquistar Hollywood y formar parte del jurado de Cannes sino que se convirtió en el arquetipo de la belleza femenina del país en el ámbito internacional.
Murió lejos de su tierra, en California, un 11 de abril de 1983. Su partida marcó el inicio de una leyenda en la industria fílmica que en vida atrapó con su porte y talento a directores de México, Estados Unidos, España, Italia y Grecia entre los años 20 y 50.