El Juez de Control dijo que la única prueba contra el acusado era sólo una declaración cuya veracidad no se pudo corroborar.
El Juez de Control ordenó poner en libertad a un presunto asesino acusado por la Fiscalía General del Estado (FGE) de matar a un compañero de parranda en el vecino municipio de Castaños. El tribunal estableció que el expediente no reunía suficientes pruebas ni elementos para procesar al inculpado, al que no vinculó a proceso.
El Ministerio Público no logró reunir pruebas contra el detenido, que fue puesto en libertad.