Los 'cachirules' marcaron de por vida a la Selección Mexicana en su historia. (Especial)
Entre sanciones económicas y ‘regañadientes’, el Tricolor podría revivir uno de sus capítulos más oscuros por una castigo interpuesto desde la FIFA, tal y como sucedió con el famoso caso de los ‘cachirules’, quienes marcaron de por vida a la Selección.
Se han cumplido ya 30 años de aquel penoso momento, en que la desclasificación de México para Italia ‘90 fue la portada de todos los diarios nacionales, esto debido a la falsificación de actas para que los jugadores veteranos pudieran disputar la eliminatoria y asistir al Mundial de Arabia Saudita, por la categoría sub-20.
México obtuvo su pase fácilmente al vencer en globales de 11-0 a Guyana y 5-1 a Guatemala, ambos jugados a doble partido, pero todo se vino abajo cuando el diario Ovaciones reveló que el Tricolor usaba a jugadores que habían rebasado la edad permitida para clasificar.
LA VERDAD SALE A LA LUZ
Días posteriores, el diario La Jornada hace de conocimiento público el acta de nacimiento de José Luis Mata, jugador del Atlas, con una edad por encima de la presentada ante la FIFA; pese a esto, Rafael del Castillo, entonces presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), minimizó los hechos y los acusó de falsos, negando haber modificaciones.
La cadena Imevisión, hoy TV Azteca, reveló tan sólo una semana después de esas declaraciones, otras dos actas más pertenecientes a los jugadores de Rayados, José de la Fuente y Gerardo Jiménez, nuevamente modificadas. Se avecinaba el principio del fin.
UN 'BOICOT' TRICOLOR
Pese a que la FMF informó a Concacaf que había abierto una investigación para corroborar esa información en los medios, fue nuevamente La Jornada quien expuso la última acta falsificada: la del capitán y estandarte de esa generación, Aurelio Rivera.
Aunque se rumoró en la participación de los medios en un ‘boicot’ para impedir que México jugará ese Mundial, la realidad marcó las entrañas de la Selección, que no sólo fue expulsada de jugar en tierras árabes aquel año, sino que quedó fuera de actividad para los Juegos Olímpicos de Seúl ‘88 y la clasificación para Italia ‘90.