UN HOMBRE LE DIJO A SAN VIRILA:
-Mi anhelo más grande es irme cuanto antes del Cielo.
Le preguntó el frailecito:
-¿Cómo vives?
Respondió el hombre:
-Tengo una casa pequeña, pero mía, y un huerto que me da flores y frutos. Tengo unos pocos libros, tan buenos que no necesito tener más. Oigo música, y a veces me atrevo a cantar las canciones de la tierra. Trabajo en lo que me gusta. Tengo amigos que son mis hermanos, y hermanos que son mis amigos. Y, sobre todo, tengo una mujer que me ama y a la que amo, e hijos y nietos que me dan su amor.
Le preguntó, extrañado, San Virila:
-¿Y entonces para qué quieres irte al Cielo?
¡Hasta mañana!...