A los 50 años de su edad John Dee se enamoró
Ya otras veces había estado enamorado.
De la filosofía.
De la alquimia.
De la matemática.
De la astrología.
Pero esta vez se enamoró de una mujer.
No era hermosa como la filosofía, ni guardaba el misterio de la alquimia, ni poseía la belleza de la matemática, ni mostraba las variaciones infinitas de la astrología. Pero cuando sus ojos miraban a John Dee el corazón del viejo profesor latía más aprisa, y por las noches la mujer hacía que su hombre se olvidara de la astrología, de la matemática, de la alquimia y de la filosofía.
A los 50 años de su edad John Dee conoció lo que jamás había conocido: el amor.
Ésa es la mayor sabiduría. El que ama y es amado es dueño del cielo y de la tierra.
¡Hasta mañana!...