Las ballenas fueron desalojadas de la playa.
Otras 51 ballenas piloto murieron varadas en la bahía Hanson, en las islas Chatham, Nueva Zelanda, después de un encallamiento masivo de entre 80 y 90 calderones, del cual menos de la mitad lograron regresar al mar.
51 ballenas quedaron varadas y que todas estaban muertas, excepto una.