Incluso los doctores estaban sorprendidos con el tamaño del quiste. (INTERNET)
Kayla Rahn, que vive en Montgomery, Alabama, no podía explicar el dolor que sentía en el estómago ni la razón por la que no podía bajar de peso.
Pasó así meses hasta que al ir al hospital los doctores le dijeron que tenía un quiste en los ovarios. “Ni siquiera podía caminar hasta mi auto sin perder el aliento ", le cuenta a la cadena ABC.
Rahn también añade que incluso hay quien se atrevió a preguntarle si es que estaba embarazada. "Seguí pensando que era aumento de peso", dijo.
Doctores removieron el quiste de 50 libras, casi 23 kilogramos, el día siguiente que se lo detectaron.
“Este es uno de los más grandes que he visto o removido", dijo en una declaración el doctor Gregory Jones, uno de los cirujanos de Rahn.
DA.