Velocidad. Son pocos los automovilistas que reducen la velocidad en el bulevar Forjadores.
Automovilistas que transitan por el bulevar Forjadores de esta ciudad no respetan los límites de velocidad y ni las boyas los obligan a reducir la marcha, pese a que se trata de un área de alto flujo peatonal.
El problema se concentra sobre todo a las afueras de la Casa de Gobierno, donde también se ubican un centro comercial, el parque La Esperanza y el Museo Acertijo, instalaciones a las que diariamente acuden decenas de personas, quienes al cruzar dicho bulevar se exponen a ser arrollados por los vehículos si no corren para llegar a la acera de enfrente.
En los últimos días, elementos de la Dirección de Tránsito y Vialidad han sido asignados a este bulevar para auxiliar a la gente, considerando que en estos días se incrementa la asistencia por quienes acuden a realizar el pago de impuestos o trámites en las dependencias que se localizan en la Casa de Gobierno.
Sin embargo, la presencia de los agentes viales no es permanente, de manera que durante todo el año existe el riesgo de que los peatones sufran de algún accidente por los vehículos que circulan con exceso de velocidad.
A partir de la actual administración estatal, el subsecretario de Gobierno en La Laguna de Durango, Manuel Ramos Carrillo financió la instalación de líneas de boyas como una forma de contribuir a que los automovilistas redujeran la velocidad.
Pero a pesar de estos obstáculos, hay quienes no reducen la velocidad y no respetan el paso de los peatones.
DEMANDAN MEDIDAS
Habitantes de los alrededores destacaron la importancia de que se coloquen más señalamientos, además de bordos.
Según dijeron, con frecuencia se exponen al paso de los vehículos que transitan a altas velocidades porque los conductores no respetan los señalamientos ni los límites de velocidad.
Esto sobre todo porque buscan ganarle el paso al tren y aceleran cuando circulan por esa zona para alcanzar a cruzar las vías que están paralelas a la avenida Enrique Unzueta.