Una aglomeración cósmica que es la inminente colisión de galaxias jóvenes con estallido de formación estelar. (EFE)
Un grupo de astrónomos pertenecientes a distintas instituciones descubrió, a través de los telescopios ALMA y APEX, una aglomeración cósmica que es la inminente colisión de galaxias jóvenes con estallido de formación estelar.
Los científicos estimaban que estos eventos tuvieron lugar 3 mil millones de años después del Big Bang, y las nuevas observaciones muestran que esto sucedió cuando el Universo tenía la mitad de esa edad.
Se cree que estos antiguos sistemas de galaxias acaban formando las estructuras masivas del Universo, cúmulos de galaxias, destacó la página electrónica de ALMA.
El hallazgo fue hecho por dos equipos internacionales de científicos, liderados por Tim Miller, de la Universidad de Dalhousie de Canadá y la Universidad de Yale, Estados Unidos, así como Iván Oteo, de la Universidad de Edimburgo, Reino Unido.
Los experto descubrieron concentraciones de galaxias densas que están a punto de fusionarse, formando los núcleos de lo que finalmente se convertirá en colosales cúmulos de galaxias.
Para el desarrollo del proyecto, los científicos estudiaron 90 por ciento del Universo visible, y el equipo de Miller observó un protocúmulo de galaxias llamado SPT2349-56.
La luz de dicho objeto comenzó a viajar hacia nosotros cuando el Universo tenía alrededor de una décima parte de su edad actual, explica el artículo.
A través de la combinación de las observaciones de ALMA y APEX, el grupo de trabajo de Oteo ya había descubierto una megafusión similar formada por 10 galaxias polvorientas con formación estelar, llamadas “núcleo rojo polvoriento” debido a su intenso color rojo.
“Se cree que la duración de los brotes de formación estelar polvorientos es relativamente corta, ya que consumen el gas a un ritmo extraordinario”, explicó el especialista.
“En cualquier momento, en cualquier rincón del Universo, estas galaxias suelen ser minoría. Encontrar numerosos brotes de formación estelar polvorientos, brillando al mismo tiempo de ese modo, es muy desconcertante y algo que necesitamos comprender”, apuntó.
Las observaciones de ALMA Y APEX demostraron que los cúmulos de galaxias en formación poseían una estructura inusual y confirmaron que su luz se originó antes de lo esperado, mil 500 millones de años después del Big Bang.
Los nuevos descubrimientos también revelaron que las dos manchas de brillo tenue no eran objetos propios, sino que estaban formadas por 14 y 10 galaxias masivas individuales de forma respectiva.
Por su parte, el astrónomo del Observatorio Europeo Austral (ESO, por sus siglas en inglés), Carlos De Breuck dijo que los hallazgos hechos con ALMA son sólo la punta del iceberg. “Más observaciones llevadas a cabo con APEX, muestran que el número real de galaxias con formación estelar probablemente es tres veces mayor”, dijo.
Otras observaciones en curso están identificando galaxias, realizadas con el instrumento MUSE, instalado en el VLT de ESO.