Entre 2008 y 2017 la inversión pública descendió a un ritmo de 4.34 por ciento anual. (ARCHIVO)
El nivel de inversión pública en México ha dejado de ser un lastre, para comenzar a restar.
De acuerdo al diario Reforma, desde la crisis financiera de 2008, la inversión pública ha ido a la baja.
Si en 2008 el gasto de inversión fue equivalente a 5.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), en 2017 fue de 3.1 por ciento, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Entre el 2008 y 2017 la inversión pública descendió a un ritmo de 4.34 por ciento anual.
Dicha caída se ha venido reflejando en la tasa de crecimiento del PIB, que en lugar de crecer por la inversión cada año la falta de ésta le quita décimas al avance del PIB.
Un ejemplo de esto es, si en 2017 se hubiera invertido lo mismo que en 2016, el PIB nacional hubiera crecido 2.26 por ciento, más del 2.04% que registró: al reducir la inversión en dicho sector se le restaron puntos.
Si la inversión pública hubiera sido cero en 2017, el PIB hubiera pasado a tener una tendencia negativa.
Cuestionado sobre el tema por Reforma, Juan Carlos Moreno-Brid, especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en temas de políticas para el desarrollo y el crecimiento económico comentó que dicho cambio negativo respecto a la inversión pública es "una decisión consciente del Gobierno para mantener las cuentas fiscales acotadas".
En 2009, el Gobierno implementó una política anticíclica para protegerse de los "choques externos" aumentando el gasto público pero, según Moreno-Brid, la reforma fiscal del presidente priista Enrique Peña Nieto (2012-2018) no fue suficiente para atender las necesidades sociales y la inversión pública se fue reduciendo durante su gobierno.
Por su parte Jonathan Heath, consultor privado, atribuyó la caída en la inversión pública a la reforma energética del presidente panista Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) que redireccionó el equivalente al 2 por ciento del PIB a Pemex.
Heath también consideró que la implementación de la cláusula que admitía "un aumento del déficit en el balance fiscal en el caso de una recesión" de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria durante el sexenio panista fue parte de lo que afectó.
Según Heath, al redefinir el "balance fiscal" para no incluir la inversión en Pemex, la economía entró en recesión por la crisis financiera del 2008. Convirtiendo en un problema que no se volviera a sanear el balance fiscal.