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Personajes en la hIstoria de México
RECORDANDO A ESCRITORES DE COAHUILA Y ZACATECAS. NÚMERO 31
El Lic. Luis Felipe del Río Rodríguez nació en Saltillo, Coahuila, el 5 de febrero de 1909, hijo de don Luis del Río y doña Josefa Rodríguez.
Yo lo conocí allá por 1949. Hombre alto, delgado, sonriente, amable y servicial. Estudió la primaria en la Escuela Oficial No. 6 y en la Escuela Anexa a la Normal del Estado; Secundaria y Preparatoria en el Ateneo Fuente de Saltillo, Coah., y la profesional en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México hasta recibir su titulo de abogado el 6 de junio de 1938.
Contrajo matrimonio en 1946 con la señorita Enriqueta Martínez Montalvo. Procrearon ocho hijos.
Trabajó como Magistrado Propietario de la Tercera Sala del Tribunal de Justicia del Estado de Coahuila. Fue Maestro en la Escuela Secundaria y Preparatoria.
En Literatura: En 1949, fue laureado en Saltillo por su obra "Manuel Acuña y su época". En 1965, publicó su libro "Geografía lírica de Coahuila", de la que me dedicó un ejemplar ese mismo año; en 1967, me dedicó su libro "Caleidoscopio de ausencias". Falleció el 18 de marzo de 1986.
En la Revista "Nuevo Cauce" Número 3 de junio de 1966, publicó un artículo titulado: "A PROPÓSITO DE JESÚS FLORES AGUIRRE", de la que tomo lo siguiente:
"SUEÑO Y AMOR, ESO ES POESÍA: Por tercera vez consecutiva, nos encontramos ante la memoria de un poeta polifacético que con su vida dio honra y prez a las letras coahuilenses: JESÚS FLORES AGUIRRE, victimado en la hermana República de Cuba por la fuerza ciega de la tiranía, que no supo entender en él, al diplomático nutrido en los altos principios de la humanidad, y al fruto maduro de una civilización enemiga de la humanidad y al fruto maduro de una civilización enemiga de la barbarie, y cuyo destino y visión están muy por arriba de la burda consigna del engañoso espejismo de una conquista material, sino, por el contrario, y pese a sus aparentes contradicciones, había heredado las más altas virtudes cristianas que amalgamadas con el sentido racional de la vida, pudieron colocarlo fácilmente, si no fuesen otros sus derroteros y aspiraciones, en el campo del humanismo.
"Su fortaleza de espíritu, la alcurnia de sus ideales, fueron ampliamente conocidos por muchos de los de aquí presentes, más que por el que habla, con quien de cierto cultivó y sostuvo hasta pocas semanas antes de su temprana muerte, el culto de la poesía; y de él podía y de él podía decirse lo que otro de nuestros grandes poetas y amados Maestros, DON JOSÉ GARCÍA RODRÍGUEZ, expresó inspiradamente del no menos llorado, el malogrado Manuel Acuña, en el bello poema: Sin saberlo... cantan (que fue como el panegírico de la culta sociedad saltillense al arribo de los mortales restos del estudiante suicida, gloria de Coahuila): "aquí pasó breve su niñez callada, corriendo serena por cauce de flores, como una fontana; le dio sensaciones profundas y variadas, pensamientos altos, internos sentires...".
"Más ubiquemos al poeta en su verdadero ambiente: el pedagógico, el profesional y el inaccesible campo de las musas, hijas de Apolo, que a su vez fue hermano gemelo de Diana e hijo de Júpiter y Letona".
"Cualquier estudiante de los 'Gloriosos Veintes' tendrá que recordarle moviéndose en el ambiente bohemio de la época, y hacer sus pininos en los Tribunales, para luego, fortalecido por la enseñanza, dedicar sus primeros intentos de liberación a la cátedra y, de paso, cultivando las bellas letras, espigar al lado del hoy Senador FEDERICO BERRUETO RAMÓN, y del desaparecido José Trinidad Pérez, los primeros frutos políticos; y de tal suerte, tan múltiple y varia actividad explicará por anticipado su porvenir, y los gustas que le atenacearon siempre en las esferas diplomáticas y académicas de América, y en el foro mexicano. El resultado de todas esas experiencias, es fácil descubrirlo a través de sus libros primogénitos, y desde luego, citamos a los más representativos de su numen: "HORIZONTES GRISES, DE LA TIERRA, DEL VIENTO Y DEL MAR, SOLEDAD Y ESTILO (que ya hablan a las claras de su último adiós a la provincia amada, para fundirse primero en el espíritu nacional y más tarde internacional), y finalmente, en los de madurez, (como en su) ROMANCE DEL VIEJO PERÚ y demás obras líricas de poeta mundano y trotamundos...".
Por: José de León Robles de la Torre
Lic. Luis Felipe del Río Rodríguez, maestro, poeta, escritor, etc.