Aunque mucha gente dice estar a dieta para adelgazar, la realidad es que muy pocas personas logran mantener un peso saludable y mantienen una lucha interminable contra la báscula. (ARCHIVO)
“Hace cuántos kilos no nos vemos” es una expresión común con la que amigos y familiares tratan de decirse amablemente que, en el tiempo que dejaron de verse, uno o varios de ellos subieron de peso.
Aunque mucha gente dice estar a dieta para adelgazar, la realidad es que muy pocas personas logran mantener un peso saludable y mantienen una lucha interminable contra la báscula.
Parece que los mexicanos no ganamos esa batalla, porque nadie nos diagnostica qué parte de nuestro organismo está mal, entonces nos dedicamos contra natura a bajar de peso, sin saber si el estrés, la resistencia a la insulina, la microbiota o cualquier otra cosa nos hace subir de peso, señaló el especialista en nutrición José Antonio Casermeiro.
La genética de los mexicanos, la alta disponibilidad de comida y raciones cada vez más grandes, así como la edad que después de los 25 o 30 años, hace más lento el metabolismo y la falta de actividad física. Estos, dijo, son los cuatro principales factores que hacen ganar peso.
Para dejar de adelgazar a las personas de manera temporal, es indispensable conocer la causa del sobre peso y obesidad. Pero también es importante evitar consumir cada vez más grasas, azúcares y carbohidratos, sin hacer actividad física porque al final del año terminaremos con 10 o 12 kilos de más.
Existen mediciones que revelan que al acumular siete mil calorías adicionales en la semana, aumentamos medio kilo de grasa en una semana, afirmó Vanessa Fuchs, jefa de nutrición clínica del Hospital General de México.
En una dieta estándar de dos mil calorías al día, 15 por ciento (300 calorías) deberían gastarse en movernos desde que despertamos hasta que dormimos, y si a eso le pudiéramos agregar un deporte, podríamos gastar más caloría.
No obstante, lo que predomina actualmente es el sedentarismo, de tal manera que comiendo normal, estaríamos ahorrando esas 300 calorías diarias, y eso permitirá subir de peso, expresó Raúl Morín Zaragoza, subdirector Médico de Medix.
En las reuniones con familiares, amigos y compañeros de trabajo frecuentemente se escucha que alguien está a dieta, pero al paso del tiempo tal parece que, en la lucha contra la báscula, son ellos los que pierden.
El cuerpo humano tiene mecanismos que se protegen de una pérdida de peso, primero uno baja más rápido y luego como que se estanca, y si hay historias de dieta va a costar más trabajo, aseveró Nicolás Mier y Terán, nutriólogo del Centro de Nutrición y Obesidad, del Centro Médico ABC.
Las células de la grasa se hacen chiquitas cuando bajamos de peso, pero después volvemos a subir y no sólo se hacen grandes otra vez, sino que también se multiplica y entonces si teníamos -por decir un número-, cinco células de grasa éstas se convierten en siete, y así sucesivamente conforme hacemos dietas temporales, destacó.
Conforme avanza la edad, las mujeres, por ejemplo, en la menopausia las hormonas hacen acumular más grasa; con la edad se pierde masa muscular y se acumula más grasa, comentó Vanessa Fuchs.
Ahora, si a una persona le gusta tomar bebidas gaseosas azucaradas, el problema puede ser aún peor, advirtió Raúl Morín, ya que un litro de refresco regular equivale a 400 calorías.
Si eso lo multiplicamos por el promedio anual de refresco que ingiere un mexicano que son 162 litros, estamos hablando de que llegan a ser siete kilos al año, por un solo elemento, subrayó.
Los especialistas señalaron que cuando se es joven, las actividades escolares, el pertenece a un equipo deportivo, las presiones del estudio, las fiestas y andar de novios hace que se quemen más calorías, pero al empezar a trabajar y casarse el estilo de vida se vuelve más sedentario.
La edad es un factor que dificulta la pérdida de peso, porque después de los 25 o 30 años el metabolismo se hace más lento para quemar grasa.
El índice más alto de personas con sobrepeso y obesidad está en el grupo de entre 30 y 50 años, al poco tiempo de estar trabajando y cuando inician muchos de los matrimonios. Además, factores emocionales como la depresión y ansiedad contribuyen al aumento de peso.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Autónoma de Guadalajara, hasta 60 por ciento de las personas con sobrepeso u obesidad comen de más por ansiedad.
También hay épocas del año en que se gana más tiempo, principalmente la navideña, entre noviembre y enero una persona puede ganar entre cinco y siete kilos, pero bajar un kilo le puede llevar un mes, agregó Morín Zaragoza.