En la década de los años cuarenta llegó a México una generación de beisbolistas cubanos que dejaron huella en nuestro país, entre ellos Ramón Bragaña, Martín "El Maestro'' Dihigo y Lázaro Salazar, "El Príncipe de Belén''. Otro de los cubanos que vino a probar suerte a nuestro país fue el luchador Giraldo Hierro Riera, conocido en el mundo de este espectáculo como "El Chiquitico".
Giraldo Hierro anduvo en varias plazas de lucha libre de la provincia mexicana después de conquistar la Ciudad de México. En uno de sus combates tuvo un accidente y quedó mal de la columna. Se vino a Torreón para recuperarse y montó una pequeña arena de lucha libre y un gimnasio en la esquina de calle Pino SuÁrez y avenida Cinco de Mayo, frente a la Plaza de Toros, recién construida en los años treinta.
Giraldo Hierro construyó su arena a la que le puso como nombre El Palacio de los Deportes, en donde formó a muchos atletas, entre ellos a los luchadores El Médico Asesino, Polo Torres, Joe Marín, El Verdugo y otros más que asimilaron sus sabias enseñanzas. Como promotor de lucha libre Giraldo logró hacer del Palacio de los Deportes uno de los escenarios más concurridos de la ciudad, su gimnasio cobró notoriedad en las colonias del Norte de Torreón.
En el Palacio de los Deportes lo mismo se jugaba basquetbol, que había competencias de fisiculturismo, peleas de box y se presentaban espectáculos artísticos.
"Siempre soñé que en el Palacio de los Deportes donde estaba enterrado mi pensamiento y mis sueños, podría hacer una guerra de guerrillas con el deporte en esta naciente ciudad'', dijo en una ocasión Giraldo Hierro Riera, quien vivió sus últimos años en Tijuana, Baja California, donde se dedicó a escribir columnas en algunos periódicos sobre deporte, preferentemente de educación física, una de sus pasiones.
Una noche le fueron avisar a Giraldo y a su esposa, que su Palacio de los Deportes ardía en llamas, el fuego consumió todo el local que era de madera en su mayoría. Tratando de levantar el escenario pidió un préstamo a un banco local, con el dinero levantó lo que es ahora el Palacio de los Deportes, pero como no pudo pagar el crédito, la institución le quitó la finca que fue administrada por personas del banco.
En ese tiempo le pusieron Auditorio JFO (Jorge Fernández Orozco), pero la gente lo sigue identificando por el Palacio de los Deportes y reconociendo a Giraldo Hierro Riera como su constructor y primer dueño. Durante muchos años este escenario estuvo casi cerrado, sólo se usaba en algunas funciones de lucha libre, sobre todo cuando llovía y no se podían realizar las funciones en la Plaza de Toros Torreón, también se utilizó y rentó para otros espectáculos. Algunos años fue ocupado por una escuela y se acondicionaron salones de clase.
En la década de los años ochenta el empresario local Gonzalo "El Zapatero'' Gómez lo rentó a su propietario, Antonio Herrera, para hacer una temporada de lucha libre, después se pasó al Auditorio Municipal y el Palacio de los Deportes fue manejado por Gustavo "El Oso'' Castillo, un ex luchador y líder obrero, quien logró hacer unas buenas temporadas.
Fueron los hermanos Carlos y Manuel Padilla Muñoz quienes le dieron mayor realce como promotores, haciendo las mejores entradas de su historia, con lleno hasta las escaleras. Carlos Padilla Muñoz era empresario de lucha libre en el Auditorio Municipal de Torreón en sociedad con el empresario regiomontano Carlos Elizondo, por lo que logró montar buenos carteles con luchadores laguneros, de la ciudad de Monterrey y de la Ciudad de México.
Durante la década de los ochenta el Palacio de los Deportes tuvo su mejor época, al grado que Giraldo Hierro Riera envió cartas de felicitación a los empresarios Padilla Muñoz, quienes mantuvieron las temporadas hasta los noventa.
El Palacio de los Deportes fue el escenario que ocupaba la mayoría de los luchadores laguneros, hay que recordar al 81 y su pareja El 82, El Chicano Montana, Black Charly, Los Halcones: Caballero Halcón, Pequeño Halcón y Príncipe Halcón; Los Espanto IV y V, hijo de Espanto III, Conflictus, Megatrón, Tony Rodríguez, El Acuario y otros destacados gladiadores locales.
En este local llegaron a luchar El Santo, Blue Demon, Black Shadow, Huracán Ramírez, Gran Markus, Dr. Wagner y otros destacados luchadores. En los años cuarenta lucharon ahí El Médico Asesino, El Mongol, El Verdugo, El Cavernario Galindo y otros consagrados gladiadores.
Cabe hacer mención que el desaparecido Cine Princesa, ubicado en el cruce de avenida Morelos y calle Valdez Carrillo fue utilizado para funciones de Lucha Libre en Torreón en la década de los años treinta. En 1939 se celebró la primera función. Los primeros luchadores que se presentaron fueron Antonio "El Gorila'' Macías, "El Charro'' Aguayo y el cubano Giraldo Hierro, a quien le gustó Torreón para vivir.
Otras arenas importantes fueron la cancha ubicada en avenida Matamoros y calle Ramos Arizpe, en donde actualmente existe un bar. Otra arena conocida fue la de la CTM, ubicada en avenida Abasolo y calle Falcón; la arena Victoria, ubicada en avenida Victoria entre calles Comonfort y Madero, la arena del Bosque, ubicada en calzada Cuauhtémoc y avenida Bravo, propiedad de Epifanio Ávila.
En la década de los años dos mil, el Palacio de los Deportes fue comprado por unos empresarios laguneros, pero como no sabían de espectáculos lo ofrecieron en renta. Desde hace años está cerrado sin que se presente nada, lo cierto es que el interior casi en su totalidad sigue siendo el mismo que dejo Giraldo Hierro Riera, quien murió soñando que algún día regresaría a esta tierra a la que quiso mucho, según lo manifestaba en sus columnas periodísticas publicadas semanalmente en un diario local.
¡Hasta el próximo miércoles!
