Ricky Rubio (i) promedia 18.5 puntos, 7.8 rebotes y 8 asistencias en la postemporada. (AP)
Un astuto y productivo Ricky Rubio ha conducido con maestría el ataque de Utah en su duelo contra Russell Westbrook, el astro de Oklahoma City. Y lo ha hecho sin dejar de sonreír.
En cambio, Westbrook ha forcejeado, empujado, protestado e incurrido en faltas. Y sobre todo, el último ganador del premio al Jugador Más Valioso de la NBA, ha perdido.
Es justo señalar que el español se ha mostrado más efectivo con el Jazz.
El duelo entre Rubio y Westbrook refleja lo que ha ocurrido en estos playoffs: El equipo con el mejor armador suele llevarse la victoria.
Las actuaciones destacadas de Rubio tienen al Jazz a punto de avanzar. Utah ostenta una delantera de 3-1 sobre el Thunder y puede finiquitar la serie hoy en Oklahoma City.
"He hecho mi trabajo, buscando a mis compañeros. He intentado disparar cuando he estado desmarcado", explicó Rubio después del segundo encuentro. "Simplemente he aprovechado las oportunidades que surgen en el partido. He mirado los videos y he mejorado. Todo el equipo ha mejorado".
Sí, quizás es así de simple.
Rubio promedia 18,5 puntos, 7,8 rebotes y 8 asistencias por encuentro ante Oklahoma City. Todas esas cifras están por encima de las que registró el jugador en la temporada regular.
El armador de 27 años, originario del suburbio barcelonés de El Masnou, disputa una serie de postemporada por primera vez en su carrera de siete años dentro de la NBA. Sin embargo, luce como un veterano.
Y la calidad del armador ha determinado normalmente el destino de su equipo en estos playoffs. Rajon Rondo, de Nueva Orleáns, y Ben Simmons, de Filadelfia, figuran entre los armadores que han sacado adelante a sus clubes.
Lo mismo se ha apreciado en el duelo entre Kyle Lowry, de Toronto, y John Wall, de Washington. En las dos primeras victorias de Toronto, Lowry promedió 10,5 asistencias, una cifra que bajó a 6,5 en dos derrotas.
Wall promedió 27,5 puntos y 14 asistencias para que Washington ganara los dos duelos siguientes y emparejara la serie.
Rondo, de 32 años, pereció superado en el comienzo del duelo ante Damian Lillard, de Portland. Sin embargo, mostró que sigue en un nivel muy competitivo.
Promedió 11,3 puntos, 7,5 rebotes y 13,3 asistencias para que Nueva Orleáns barriera a los Trail Blazers. El promedio de Lillard fue apenas de 18,5 puntos en la serie, ocho por debajo del que consiguió en la temporada regular. Atinó apenas el 35% de sus tiros de campo.