Una historia increíble de fe. (INTERNET)
El pasado 16 de octubre Ashley Goette, quien vive en Minnesota, Estados Unidos, ayudó a su esposo que estaba sufriendo un paro cardiaco.
La mujer llamó al 911 y luego de que llegaron los paramédicos y llevaron a Andrew Goette al hospital, se decidió inducirle un coma para prevenir cualquier daño en el cerebro, informa el New York Post.
Ashley tenía 36 semanas de embarazo y cuando los doctores le aseguraron que no había forma de determinar si Andrew sobreviviría, ella le dijo a su esposo que no tendría a su hijo a menos que despertara.
Unos días después lo hizo y sin ninguna secuela de daño cerebral, a tiempo para que Ashley diera a luz a su hijo.
DA.