Agradecimiento. Cada 4 de julio la señora Ana ofrece una reliquia, en honor a la virgen de Nuestra Señora del Refugio. (EL SIGLO DE TORREÓN/MARY VÁZQUEZ)
Desde hace 50 años doña Ana de la Riva, quien vive en la colonia El Chalet de Matamoros, hace una reliquia en honor a la virgen de Nuestra Señora del Refugio, para agradecer los favores recibidos. El festejo es el 4 de julio.
Cuenta que la promesa empezó cuando le pidió la sanación de una de sus hijas, ya que su estado de salud era grave y luego la tradición la continuó, pero para pedirle que cuide a su familia, principalmente a dos de sus hijas que viven en Estados Unidos de manera ilegal, ya que teme que sean expulsadas del país por la política migratoria del Gobierno de ese país.
Incluso dice que ellas son quienes cubren la mayor parte de los gastos para comprar todo lo necesario para preparar la comida, pues ella tiene ya 72 años y su esposo más o menos la misma edad, por lo tanto ya no pueden trabajar.
Doña Anita como la llaman sus vecinos, recuerda que los primeros rosarios que le hizo a la virgen ofreció galletas y café, luego hizo un gran esfuerzo para reunir dinero y preparar la reliquia y así ha sido durante los 50 años.
El festejo empieza desde un día antes, pues se construye un altar, en medio de la calle y los danzantes de la colonia dan muestra de sus mejores pasos al ritmo de la tambora, en honor a la festejada, luego durante toda la noche algunos se la pasan en "vela", mientras los mujeres que tienen algún parentesco con doña Anita, empiezan con los preparativos para que el día de la virgen, desde muy temprano se empiece a preparar el gran banquete, compuesto por el tradicional asado y una diversidad de sopas. Exactamente a las 12 del día se debe rezar el rosario, para luego empezar con la distribución de la comida.
"Se hace mucho sacrificio, pero vale la pena, cada año lo hacemos y así va a ser hasta que Dios me deje, porque yo le pido mucho por mis hijas que están en Phoenix, Arizona y ya ve como están las cosas allá", comenta la señora.
