Todo se va
¿Cuántas veces hemos olvidado citas o nombre de familiares?, o simplemente comenzamos a tener problemas para realizar actividades que solíamos hacer diariamente. Existen diversos problemas mentales que con la edad se presentan, sin embargo, uno de los más comunes a nivel mundial es la demencia senil. Conozcamos de que se trata.
La demencia se describe como un daño de la capacidad mental, lo suficientemente grave como para interferir en las actividades de la vida diaria. La pérdida de la memoria es un ejemplo.
Paulatinamente, la persona que sufre demencia se vuelve totalmente dependiente de otras personas para sobrevivir. La demencia no es una enfermedad, sino una condición que puede ser causada por decenas de enfermedades, la más común es la enfermedad de Alzheimer.
Múltiples causas
Los tipos de demencia pueden ser los siguientes:
Demencia probable debido a la enfermedad de Alzheimer
Predominan los síntomas de demencia que la mayoría conocemos, como pérdida de memoria progresiva, dificultades para encontrar las palabras indicadas y expresar una idea o desorientación en lugares conocidos.
A medida que la enfermedad avanza, la persona afectada dependerá de los otros para realizar tareas tan básicas como ducharse, comer o vestirse.
Demencia vascular
En muchas ocasiones la demencia vascular se hace evidente porque la persona sufrió algún tipo de accidente vascular. Inicialmente en este tipo de demencia puede que la memoria no sea afectada.
Los síntomas dependerán de la zona del cerebro que ha sufrido daño. Generalmente se puede ver cómo el enfermo tiene más dificultades para realizar actividades que antes le eran muy familiares.
Demencia con cuerpos de Lewy
Este tipo de demencia se caracteriza por el surgimiento desde las primeras fases de alucinaciones, en especial las visuales. El enfermo dice ver cosas que en realidad no existen.
Además, el estado mental de la persona es inestable, pues en un mismo día pueden llegar a estar orientados y a las pocas horas, mostrarse agitados e incapaces de mantener la atención centrada.
Un afectado por esta demencia tiene inestabilidad en su postura corporal, movimientos lentos y rigidez muscular y también pueden aparecer temblores menores.
Demencia asociada a la enfermedad de Parkinson
En el caso de las personas con Parkinson lo más común es que el deterioro de las funciones mentales aparezca como mínimo un año después de iniciado los síntomas motores.
Es importante decir que no todos los afectados por Parkinson terminan desarrollando demencia.
La demencia frontotemporal, si bien responde por un gran número de casos, aparece muchas veces antes de los 65 años, este tipo de demencia es progresiva y afecta principalmente a la personalidad, al comportamiento y al habla de un individuo.
¿Quién está en riesgo?
¿Hay factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar demencia senil?, pues sí. Para el Alzheimer, por ejemplo:
• La edad, sin dudas el factor de riesgo fundamental y no modificable.
• Sedentarismo.
• Depresión.
• Una vida poco estimulante intelectualmente.
• Alimentación inadecuada, especialmente las dietas ricas en grasas saturadas.
• Diabetes.
Para la demencia vascular son los mismos factores de riesgo anteriores, más los que tradicionalmente se han asociado a las enfermedades cerebro vasculares.
También hay variantes genéticas relativamente comunes que, si bien no causan demencia senil, sí aumentan tus posibilidades de padecerla.
Diagnóstico
No existe una prueba que exactamente diga: tienes demencia, el diagnóstico de la demencia en realidad es relativamente sencillo y pasa por la realización de algunas pruebas que, dependiendo del grado de deterioro de la persona, serán orales o en base a lápiz y papel.
Lo que es realmente difícil es determinar el origen de la demencia y es aquí donde lamentablemente muchos médicos se detienen; diagnostican demencia y ya. También hay que decir que las opciones que existen para determinar el origen de la demencia no son muchas.
Prevenir
Jugar juegos de mesa y leer libros puede ser pasatiempos comunes, pero una investigación sugiere que actividades como estas pueden tener un impacto importante y evitar que una persona desarrolle demencia en la vejez.
El nuevo estudio, publicado en la revista JAMA Psychiatry , analizó a más de 15,500 personas de 65 años o más que vivían en Hong Kong y fueron rastreados durante aproximadamente cinco años. Los hombres y las mujeres no tenían demencia al comienzo del estudio, aunque más de 1.300 personas lo desarrollaron al final.
Los investigadores encontraron que el riesgo de desarrollar demencia fue significativamente menor entre las personas que informaron haber realizado actividades intelectuales diarias, en comparación con las personas que las hicieron con menos frecuencia o no lo hicieron en absoluto. Este menor riesgo parece ser independiente de otras intervenciones conocidas, como comer saludablemente y hacer ejercicio regularmente.
"Dada la creciente población de personas mayores en todo el mundo, promover la participación regular en actividades intelectuales podría ayudar a retrasar o prevenir la demencia", escriben los autores del estudio.
El estudio no mostró que actividades como leer y jugar definitivamente causen que una persona evite desarrollar demencia. En una respuesta editorial al estudio, dos expertos afiliados a Harvard, la doctora Deborah Blacker y Jennifer Weuve, señalan el potencial de la causalidad inversa: que participar menos en actividades intelectuales podría en realidad ser debido a la demencia. Aún así, los investigadores, Blacker y Weuve argumentan que el nuevo estudio está respaldado por investigaciones pasadas que establecen conexiones similares . Participar en actividades mentalmente desafiantes, incluso más tarde en la vida, parece tener un beneficio.