Este martes se cumplen 14 años del fallecimiento del llamado “Papa Viajero”. (ARCHIVO)
El 2 de abril de 2005, el mundo puso la mirada en uno de los sucesos que lo conmovería por su trascendencia.
A las 21:37 horas, tiempo de Italia, monseñor Leonardo Sandri anunciaría la noticia de que Karol Józef Wojtyła, Juan Pablo II, había fallecido. Este martes se cumplen 14 años del fallecimiento del llamado “Papa Viajero”.
Wojtyła fue el 264 Papa en la historia de la Iglesia católica y jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano, desde el 16 de octubre de 1978 y hasta el día oficial de su fallecimiento. Asimismo, fue el primer Papa de origen polaco.
Juan Pablo II tuvo una amplia importancia para México ya que lo visitó en cinco ocasiones y fue el primero en incluirlo en sus viajes. La primera visita, en 1979, duró únicamente seis días. El presidente en turno, José López Portillo, lo catalogó como “distinguido visitante”, ya que no se le dio el trato de jefe del Estado Vaticano porque no se tenían relaciones diplomáticas con ese país europeo.
En aquella primera vez, el entonces sumo pontífice tuvo un gesto remarcable pues, a su descenso del avión, lo primero que hizo fue hincarse y besar suelo mexicano. Ofició su primera misa en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México y acudió a la Basílica de Guadalupe para venerar a la Virgen de Guadalupe.
Otro aspecto resaltable de este primer encuentro, fue que la gente permaneció afuera de las instalaciones de la hoy Nunciatura Apostólica de México para cantarle a Karol Józef Wojtyła "Amigo", de Roberto Carlos.
También estuvo en Puebla, Guadalajara y Oaxaca. Su última parada la efectuó a la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Ya a bordo del avión, que lo regresaría a la ciudad del Vaticano, Juan Pablo II pudo observar cómo la gente lo despedía haciendo reflejar espejos con el sol.
Sus subsecuentes visitas a México las realizó en 1990 (Ciudad de México, Veracruz, Aguascalientes, San Juan de los Lagos, Jalisco; Durango, Chihuahua, Monterrey, Tuxtla Gutiérrez, Villahermosa, Tabasco y Zacatecas); y 1993 (breve estadía en Yucatán), ésta en el marco del asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, en mayo de este mismo año. Ambas durante la presidencia de Carlos Salinas de Gortari. Fue hasta 1992 cuando México reanudó las relaciones diplomáticas con El Vaticano.
La cuarta visita del “Papa viajero” se realizó en 1999, ya en calidad de jefe del Estado Vaticano. El encargado de recibirlo fue el entonces presidente Ernesto Zedillo Ponce de León. Esta vez, se reunió con miles de gentes en el Autódromo "Hermanos Rodríguez" y en el Estadio Azteca, en la Ciudad de México. La frase más emotiva, durante su estancia, fue "estaré con ustedes hasta el fin de los días" y se asumió como mexicano. De igual manera, fue a la Basílica de Guadalupe y estuvo en Los Pinos.
La última de las visitas de Juan Pablo II fue en 2002. Por primera vez, un presidente mexicano, Vicente Fox, besaba el “anillo del pescador” del sucesor de Pedro al darle la bienvenida en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
México fue de los primeros países en visitar de Juan Pablo II, tras ser ungido en el puesto. De igual forma, fue el segundo país de América en donde más veces estuvo; el primero de América Latina y el quinto en la totalidad de sus 26 años de pontificado.
Tras el fallecimiento de Karol Wojtyła llegaron otros dos Papas no italianos: Joseph Aloisius Ratzinger (Benedicto XVI), de origen alemán, y quien fuera el primer sumo pontífice en renunciar al papado; y el actual Santo Padre, de origen argentino, Jorge Mario Bergoglio (Francisco).