Los médicos lograron ayudar con una técnica de presión. (INTERNET)
En Alemania, a un niño de 7 años se le quedó atorada la lengua dentro de una botella de vidrio en su intento por sacar las últimas gotas de jugo que contenía.
Fue trasladado al Hospital de Niños Auf der Bult en Hannover, donde, según el profesor Christoph Eich y la doctora Simone Arndt escribieron en el European Journal of Anesthesiology, los médicos insertaron una cánula entre el frasco y la lengua del niño y luego la conectaron a una jeringa. Cuando empujaron el aire, la lengua del niño se desprendió lentamente, detalla el New York Post.
"En nuestro caso, la idea de intentar inyectar aire en la botella para producir presión positiva se inspiró en mi recuerdo personal de descorchar con éxito una botella de vino mientras trabajaba como registrador anestésico con el uso de una técnica de jeringa y cánula en un ocasión en que no había sacacorchos disponible ", dijo Eich, recoge la agencia de noticias británica SWNS.
“El uso de presión positiva demostró ser una técnica simple, efectiva y segura para liberar una lengua atrapada en una botella. Sugerimos probar este método antes de considerar procedimientos más invasivos bajo anestesia general", agregan.
El niño terminó con una lengua hinchada y descolorida, que tardó unas dos semanas en sanar, reportan.
DA.