Manifestantes se reúnen para agradecer a Trump por firmar la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong. (AGENCIAS)
La policía de Hong Kong dispersó ayer nuevas manifestaciones con gases lacrimógenos, ante las muestras de gratitud por el apoyo estadunidense en protestas autorizadas por el gobierno, lo que rompe la ligera calma conseguida luego de la violencia registrada en últimos seis meses.
Tras unas elecciones en las que el bloqueo prodemocrático obtuvo una victoria aplastante, los activistas regresaron a las calles de la excolonia británica en marchas que originalmente eran pacíficas.
"A partir de la noche, los alborotadores han estado bloqueando las carreteras e infligiendo daños extensos al área de Whampoa, distrito residencial de clase media. Algunos manifestantes también agredieron a un transeúnte cerca de la calle Man Tai, poniendo en peligro la seguridad y el orden públicos", aseveró la policía de la sureste Región Administrativa Especial China.
En el Jardín Chater, cercano a la sede del gobierno, aproximadamente otros 200 manifestantes se reunieron para agradecer a Donald Trump, presidente de Estados Unidos, por firmar la Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que le permitiría imponer sanciones contra quienes hayan violado las libertades y económicas.
La nueva ley también compromete a Estados Unidos a vigilar que las libertades civiles de Hong Kong sean garantizadas y detallar a través del reporte anual los puntos donde la fragmentación de la autonomía del territorio podría atentar contra la alianza de cooperación entre ambas regiones.
La Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong fue aprobada en días previos por el Senado y la Cámara de Representantes. Además, líderes prodemocracia como el activista Joshua Wong, manifestaron desde la excolonia británica su respaldo al presidente Trump.
En los últimos meses los manifestantes han reclamado la intromisión de China en las libertades prometidas a la ex colonia británica cuando regresó al dominio chino en 1997.
China ha negado dichas afirmaciones y se dice comprometida con mantener la política de "un país con dos sistemas" y que los disturbios son impulsados por fuerzas extranjeras.