No dormir bien disminuye el sistema inmunológico y ello deriva en una caída de la calidad y expectativa de vida. (ARCHIVO)
Una alteración de sueño debe tratarse inmediatamente ya que al no dormir bien disminuye el sistema inmunológico y ello deriva en una caída de la calidad y expectativa de vida, dijo un especialista en México.
"Dormir es importantísimo, la expectativa de vida tiene mucho que ver con la forma en que dormimos, los trastornos de sueño no solo generan cansancio, también disminuyen el sistema inmunológico", señala Reyes Haro Valencia, director del Instituto Mexicano de Medicina Integral de Sueño de la Ciudad de México.
Agrega que las personas que duermen mal se enferman antes de lo que su código genético les tiene preparado, lo que quiere decir que si existen antecedentes familiares de alguna enfermedad crónica, aquellos que duermen poco, la presentarán antes de tiempo.
En México, de acuerdo con el estudio "Proyecto Latinoamericano para la Investigación de la Obstrucción Pulmonar (Platino)" realizado en cuatro grandes ciudades de la región, el trastorno de sueño más prevalente es la apnea de sueño.
"La apnea sucede por un problema hereditario, normalmente viene de rama paterna. Su origen está en un tejido grueso alrededor de la garganta que al relajarse mientras dormimos no tiene donde apoyarse y con el paso del aire viene el ronquido", explica el médico.
El ronquido se incrementa mientras más relajado se está hasta que se obstruye el paso del aire, a esto se le llama apnea.
El especialista menciona que los ronquidos también están relacionados con el sobrepeso y la obesidad, una problemática en los cuales México ocupa los primeros lugares a nivel mundial.
Por ello, el país latinoamericano también padece una mayor incidencia en este trastorno de sueño.
La apnea origina que al dejar de respirar bajen los niveles de oxígeno.
A raíz de ello, el corazón junto con los demás órganos del cuerpo se ponen en modo lento durante la pausa respiratoria, para compensar esa disminución en los niveles de oxígeno, indica Haro Valencia.
Pero después de ello ocurre un ronquido fuerte que rompe con la obstrucción, y entonces se acelera todo lo que estaba lento, incluyendo el corazón.
"Esto determina arritmias cardiacas que después generan presión alta y pueden generar glaucoma (presión intraocular), aumento en la presión pulmonar (hipertensión pulmonar) o endocraneal", apunta el especialista.
Agrega que el riesgo cardiaco se incrementa en la medida de que el ronquido sea más intenso.
Haro Valencia enfatiza que ni las almohadas, parches o aparatos funcionan para evitar los ronquidos, por lo cual recomienda que se acuda a una clínica de sueño para determinar el tratamiento que el paciente debe seguir.