En medio de los disturbios, comenzó a arder un centro comercial. Ardieron también un hotel cercano y la estación del metro. (EFE)
La llamas tomaron este lunes el centro de Santiago de Chile con un incendio de grandes dimensiones que volvió a poner en primer plano la cara violenta del estallido social que vive el país, en una jornada en la que el presidente Sebastián Piñera cambió a ocho de sus ministros.
Después varios días en los que la expresión cívica de los chilenos que se movilizan en reclamo de reformas estructurales fuese el elemento predominante, la marcha convocada este lunes frente al Palacio de La Moneda (sede del Ejecutivo) acabó estallando en disturbios, barricadas e incendios.
La marcha fue reprimida a unos 200 metros antes de llegar a La Moneda, momento en el que comenzaron las barricadas y los enfrentamientos entre manifestantes y policías.
En medio de los disturbios, en plena Alameda Bernardo O'Higgins, principal arteria de la ciudad, comenzó a arder un centro comercial que durante varias horas fue pasto de las llamas y desprendió una gran humareda negra, hasta que Bomberos Voluntarios consiguió acceder al lugar y sofocarlo.
Ardieron también un hotel cercano y la estación de metro de Plaza Italia, entre otros focos. También se saqueó una instalación de la Secretaría Regional de Salud, que atiende a unas 700 personas a diario.
Los hechos se dieron en el primer día sin estado de emergencia en el país, medida que rigió durante toda la semana pasada para que el Ejército se encargase de la seguridad ante los desmanes con que se inició este estallido social, que hasta la fecha se ha cobrado la vida de al menos 20 personas.
'LA VIOLENCIA ES INACEPTABLE'
El nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dijo en Twitter que la violencia vista esta jornada "es inaceptable y debe ser rechazada por todos, explícitamente y sin ambigüedades".
"No representa en nada las legítimas demandas que la ciudadanía ha planteado. El camino es el diálogo y la colaboración. Una Agenda Social para un Chile mas justo", agregó.
La nueva portavoz del Gobierno, Karla Rubilar, quiso diferenciar entre estos hechos de violencia y la masa ciudadana que se manifiesta en paz, fenómeno que alcanzó su culmen en pasado viernes con alrededor de 1.2 millones de personas marchando por el centro de la capital.
"Lo que estamos viendo hoy día en el centro de Santiago y en algunas pequeñas manifestaciones en regiones, no es la gente que quiere justicia social, estamos viendo gente que quiere destrucción y caos", dijo a la prensa la exintendente (gobernadora) de la región Metropolitana, en la que se circunscribe la capital de Chile.
"Son 6 mil 500 personas que creen que pueden tomarse Santiago, pero les vamos a encontrar. Puede que nos demoremos, pero les vamos a encontrar", agregó Rubilar.
'CAMBIA PIÑERA A 8 MINISTROS DE SU GABINETE
La exintendente fue en la mañana de este lunes una de las protagonistas de la profunda remodelación de gabinete que hizo Piñera para enfrentar la crisis política y social que vive el país.
El presidente se deshizo de algunas de las personas de su mayor confianza, como el ministro del Interior, Andrés Chadwick o la portavoz, Cecilia Pérez, fieles escuderos de Piñera en su primer mandato (20102014).
Chadwick fue sustituido por Blumel y Pérez por Rubilar.
Abandonaron también el Gobierno los ministros de Hacienda, Felipe Larraín; Economía, Juan Andrés Fontaine; Trabajo, Nicolás Monckeberg; y Deportes, Pauline Kantor.
La cartera de Hacienda quedó en manos del economista Ignacio Briones, que hasta ahora se desempeñaba como decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Lucas Palacios, hasta ahora viceministro de Obras Públicas, pasó a titular la cartera de Economía, y María José Zaldívar, subsecretaria de Previsión Social, asumió en la Trabajo.
Julio Isamit, de 30 años, fue designado ministro de Bienes Nacionales en reemplazo de Felipe Ward, que se hizo cargo de la cartera de la Secretaría General de la Presidencia. En tanto que la exportavoz, Cecilia Pérez, fue nombrada ministra de Deportes.
Los cambios fueron criticados por la oposición, que no vieron en estos cambios lo que se esperaba del presidente en un momento de crisis social como el actual.
En este sentido, los senadores de oposición presentarán este martes en el Congreso Nacional un proyecto de reforma constitucional que contemplará dos alternativas: asamblea constituyente o convención.