(EL UNIVERSAL)
El bacteriólogo alemán Paul Ehrlich estaba convencido de que el arsénico era la clave para curar la sífilis y así lo fue hasta antes de la llegada de la penicilina. El arsénico aún es utilizado en la industria farmacéutica para la fabricación de algunos medicamentos contra el cáncer, entre otros; sin embargo, la sombra de su letalidad es innegable.
Insípido e incoloro: la solución para el crimen perfecto. Desde la Edad Media, su popularidad como el veneno ideal se empezó a consolidar por sus características de difícil detección; sin embargo, para hablar de este fascinante elemento químico, se requiere desmenuzar una enorme gama de grises entre el blanco y el negro que lo enmarcan.
El arsénico es un elemento natural catalogado en la tabla periódica como metaloide; esto significa que puede presentar características tanto de los metales como de los no metales. Es liberado al ambiente por el vulcanismo, la erosión de los depósitos minerales que contienen arsénico y por diversos procesos industriales.
La doctora Margarita Eugenia Gutiérrez Ruiz, académica de la Facultad de Química y del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), describe que el arsénico es un elemento muy complejo químicamente y está clasificado como benéfico. Explica que los elementos están divididos en esenciales, tóxicos y benéficos. Los esenciales son aquellos cuya falta lleva a la falla de alguna función vital; mientras que los tóxicos son los que no tienen ninguna función para la vida y su presencia es siempre dañina.
Se consideran benéficos a los que en pequeñas cantidades pueden llegar a ser favorables para el funcionamiento del organismo humano. Gutiérrez menciona algunos estudios con modelos animales, como los ratones, en los que se ha visto que sin nada de arsénico se quedan sin pelo, pero todavía no se ha demostrado que el arsénico sea esencial para una función.
Sin embargo, su presencia es más frecuente de lo que pudiéramos pensar. Aunque muchos de sus usos industriales están en desuso, aún es muy popular el arseniuro de galio como un importante material semiconductor. Se usa en la construcción de diodos láser y LED. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas que fuman tabaco también pueden estar expuestas al arsénico inorgánico que contiene el tabaco natural, ya que las plantas de tabaco absorben el arsénico presente de forma natural en el suelo; pero nada comparado con respirar arsina (AsH3) un sólo segundo, lo que provocaría la muerte inmediata.
Por otro lado, el riesgo de exposición al arsénico era mucho mayor hace unos años, cuando había costumbre de tratar las plantas con insecticidas a base de arseniato de plomo; sin embargo, el elemento aún sigue presente en varios productos de la industria agrícola, como pesticidas y defoliantes. "Inclusive a los alimentos de ganado a veces se les añade arsénico y mucha de la comida que consumimos tiene arsénico, como camarones, cereales, sardinas y aves de corral, entre otros, pero en general en formas orgánicas que no son tóxicas y son desechadas con relativa facilidad por el organismo. Finalmente todos los elementos pueden ser tóxicos, pero es cuestión de las dosis, pues como dicen 'hasta el agua ahoga'", parafrasea.
AGUA QUE NO HAS DE BEBER
El arsénico está presente de forma natural en las aguas subterráneas de varios países. La OMS nombra a Bangladesh, Argentina, Chile, China, India, EU y México, como algunos de los más importantes en este aspecto. La también coordinadora del Proyecto Residuos Peligrosos del Grupo de Biogeoquímica Ambiental de la FQ y responsable de éste laboratorio, señala hay dos tipos de agua subterránea, la que se recarga cada año por la lluvia y la que lleva mucho tiempo y que es más profunda. En esta última se encuentran más fácilmente minerales que contienen arsénico de manera natural, como la senopirita, que se disuelve por el hidrotermalismo.
Puntualiza que el arsénico tiene muchas formas y químicamente las más importantes son As +3 y As +5. "Si consideramos a los electrones como dinero, el arsénico 3 sería muy rico, lo que también significa que es mucho más tóxico que el 5", subraya y agrega que normalmente si hay oxígeno en el agua, el arsénico está empobrecido en electrones, pero en muchas regiones el arsénico en agua geológica puede estar como 3.
Según investigaciones de la FAO, las aguas superficiales son cada vez más escasas o cargadas de patógenos y vertidos industriales, así que se ha extendido el uso de aguas subterráneas; sin embargo. la sobrecaptación ha alterado, en cierta forma, el curso de las corrientes subterráneas; de modo, que el agua ahora corre con mayor facilidad a través de sedimentos ricos en arsénico. Esto sobre todo se ha hecho evidente en lugares de Asia que no han podido controlar el impacto natural de esta fuente, como Bangladesh.
La química explica que este país asiático siempre había tenido problemas de arsénico, pero el sistema natural lo retenía en los óxidos de hierro. El problema se hizo más evidente con una temporada de fuertes lluvia que ocasionó que se acabara el oxígeno en el acuífero, por lo que disminuyó el hierro y se disolvió el arsénico.
FORMA Y DOSIS
¿Cuándo el arsénico se convierte en nocivo para el organismo? La doctora detalla que habría que pensar en cuánto entra al organismo, qué forma química tiene, cuál es el periodo de exposición y la capacidad del organismo individual para absorberlo y desecharlo porque hay gente que ha vivido en zonas con arsénico que incluso lo desecha más fácilmente.
Recientemente este tipo de cuestionamientos se puso sobre la mesa con más fuerza ante la noticia de que la empresa Peñafiel vendía su agua mineral con mayores niveles de arsénico que los recomendados, aunque finalmente las pruebas realizadas por Profeco revelaron que cumplía con los estándares de México.
En un comunicado, la empresa dijo que en el producto se encontraron entre 0.004 y 0.005 miligramos por litro en el agua mineral sin sabor, según lo que se encuentra establecido en la NOM-201-SSA1-2015.
La norma establece la presencia máxima de arsénico en agua en 0.01 miligramos por litro.
La especialista describe que se establecen los límites basados en los datos científicos existentes y en este sentido la recomendación de la OMS está en 10 partes por millón de microgramos por litro.
"De hecho, en Estados Unidos hay una asociación de consumidores que puso tres como nivel más seguro, pero todos estos están lejos del límite mínimo de reporte de daños que es 170".
Los síntomas agudos por intoxicación por arsénico enunciados por la OMS incluyen vómitos, dolor abdominal y diarrea. A los que le siguen entumecimiento u hormigueo en las manos y los pies o calambres musculares y, en casos extremos, la muerte. La especialista señala que curiosamente muchas personas empezaron a reportar sintomatologías después de la noticia, pero más como una ola de pánico que efectos reales de una intoxicación.
Gutiérrez sostiene que se tendrían que haber estado tomando entre seis y siete botellas de 600 mililitros de agua mineral diariamente durante un largo periodo para sufrir algún síntoma (por ejemplo, similar a un dolor de gangrena), además de que se reportarían los problemas ligados a la ingesta exagerada de todas las otras sales que se estarían consumiendo.
"El arsénico ciertamente es el rey de los venenos, pero en casa tenemos muchos otros venenos no reconocidos, por ejemplo poca gente entiende que el azúcar es un veneno terrible. En ocasiones todo es una cuestión de percepción y riesgo", sostiene la especialista. Sin embargo, agrega, esto "no le quita a la empresa la responsabilidad de tener asesoría científica e información transparente con datos".
Especifica que generalmente los procesos que quitan arsénico también eliminan otros elementos que sí son favorables para la salud y están integrados en este tipo de agua. "Finalmente hay muchas maneras de bajar los niveles de arsénico, como diluirlo o tener las fuentes controladas y mezclarlas para que cumplan con las cifras, pero también es importante mantener las otras sales que son benéficas para el organismo".
La contaminación por metales pesados en México es un problema debido a la actividad antrópica, específicamente la minería. Los metales contaminantes más importantes en México, dada su toxicidad y abundancia son: mercurio, arsénico, plomo y cromo. Entre los sitios más afectados por las altas concentraciones de metales pesados en suelos se encuentran los estados de Querétaro, Hidalgo y San Luis Potosí.
A pesar de este problema, el panorama de la contaminación industrial no parece tener relación con el arsénico naturalmente existente en las aguas profundas y específicamente de las zonas donde están ubicadas las plantas de Peñafiel. La investigadora apunta que le ha tocado ver contaminación de arsénico por residuos de otras empresas, pero esto generalmente sucede en suelos y la mayoría de las veces que se ha encontrado arsénico en aguas profundas, tiene que ver con fuentes naturales donde aparece ligado al fluor.
Este último tipo de zonas en nuestro país son identificadas en Michoacán, Jalisco, Zacatecas, Durango y Coahuila. Allí se reportan problemas de arsiniosis. "En México, lo ideal sería que cada pueblo que tiene agua con altos niveles de arsénico pudiera tener acceso a plantas filtradoras de fácil mantenimiento", dice Gutiérrez y apunta que ella participó en un proyecto en Sudamérica con plantas con un valor de ocho millones de pesos.
Los procesos para bajar los contenidos de arsénico son múltiples. La OMS enumera algunos, como oxidación, coagulación-precipitación, absorción, intercambio de iones y diversas técnicas de membranas. Hay un número creciente de opciones eficaces y baratas para eliminar el arsénico con suministros accesibles.
"Algo que es necesario recalcar a la industria implicada en esta noticia es que le sale más barato generar datos científicos. La ciencia puede ayudar a saber realmente qué están haciendo, cómo la hacen y cómo lo pueden mejorar, porque ahora probablemente quitar la idea de un producto dañino sea más complejo, pues se genera la idea de temor y el pánico es siempre es más difícil de controlar".