![Presentación. El show de Caetano Veloso y sus hijos, se conformó de una mezcla de ritmos y hubo lapsos de baile.](https://tecolotito.elsiglodetorreon.com.mx/cdn-cgi/image/format=webp,width=412,quality=40/i/2019/07/1207111.jpeg)
Presentación. El show de Caetano Veloso y sus hijos, se conformó de una mezcla de ritmos y hubo lapsos de baile.
"La música une" o "la música es un idioma universal" son algunas de las frases que más se consideran clichés; sin embargo, para aquel que haya estado un sábado por la tarde en el Festival Cantares y que haya escuchado a Caetano Veloso, sabrá que el intérprete brasileño logró unir el español con el portugués y la trova con la samba, sin importar el idioma.
En este encuentro, Veloso logró conmover y enamorar con su melodía a las personas que desconocían sus canciones.
Este artista fue el acto principal y con el cual cerró el primer encuentro que busca ser la fiesta de la trova y la canción urbana. La expectativa por verlo era alta; fue la primera vez que el cantante se presentó en México, aunque no la primera que visita este país, en donde, dijo, escribió algunas de sus más representativas canciones.
El músico no llegó solo, venía acompañado de Tom, Moreno y Zeca, sus tres hijos con quienes actualmente recorre el mundo con su Ofertorio Tour, mismo que presentó integró en las Islas de Ciudad Universitaria. La emoción por escuchar a Caetano era algo evidente en los asistentes, pocos lo habían visto cantar en vivo, por lo que, cuando el artista subió al escenario junto con su familia, se escucharon los aplausos, así como los gritos de fanáticos que coreaban su nombre: "Caetano, Caetano".
Caetano Veloso, de 77 años, como el patriarca de una familia musical, se dispuso en medio de sus hijos para empezar su recital con dos emblemas de su carrera: Baby, original de Gal Costa; y O seu amor.
"Gracias, buena tarde. Es para mí y para mis hijos una gloria estar en la Ciudad de México", dijo en sus primeras intervenciones.
En las Islas, el público disfrutaba a su manera del espectáculo; algunos se acercaron al escenario para seguir cada movimiento de Veloso, mientras que otros disfrutaban de canciones como Todo Homem o Lábios que beijei, sentados sobre el pasto mientras degustaban alguna bebida o botana.