Los principales candidatos a la Presidencia del Gobierno en las elecciones generales, Pablo Casado (PP), Pedro Sánchez (PSOE), Albert Rivera (Cs) y Pablo Iglesias (Unidas Podemos), participaron en el primer debate, transmitido por la televisión pública de España. (EFE)
Cuatro aspirantes a convertirse en el próximo presidente de gobierno de España intercambiaron ayer ataques intercalados con promesas de campaña durante el primero de dos debates televisados de cara a las elecciones generales del fin de semana.
El debate fue transmitido por la televisión pública de España. Un segundo foro se realizará hoy en una cadena privada. Ambos son clave para movilizar a casi una tercera parte de los votantes que, de acuerdo a los sondeos, continúan indecisos.
El partido del presidente Pedro Sánchez, el Partido Socialista Obrero Español, encabeza las preferencias de voto en su intento por permanecer en el poder, pero sin alcanzar la mayoría necesaria para conformar un gobierno. El mandatario se rehusó a indicar a qué partido o partidos podría considerar para formar una coalición gobernante en caso de que el PSOE gane las elecciones del domingo.
El tema fue tocado en repetidas ocasiones por el líder del partido de extrema izquierda Unidos Podemos, Pablo Iglesias, quien hace 10 meses respaldó al partido de Sánchez en un voto de censura que puso fin al gobierno del Partido Popular y puso al PSOE en el poder.
Sánchez se limitó a decir que preferiría que los Socialistas ganaran por una "amplia mayoría" y posteriormente incluir a algunos "prestigiosos" ministros independientes en su gabinete.
También criticó al partido Ciudadanos, de centro derecha, por llamar a los votantes a elegir a un "cordón sanitario" que aísle al PSOE, señalando que Ciudadanos busca un gobierno de derecha, incluso si eso requiere el respaldo del partido de extrema derecha Vox.
"La única alternativa frente a las tres derechas es el PSOE", declaró Sánchez.
Dijo que un gobierno del Partido Popular y Ciudadanos pondría a "la extrema derecha a los mandos", en referencia a la coalición política que el año pasado desterró a los Socialistas del poder en Andalucía, la región más poblada de España.
Vox, el partido nacional populista, no participó en los debates televisados después de que el organismo electoral español dictaminó que otros partidos de menor tamaño también tendrían que ser invitados en apego a la proporción parlamentaria que resultó de los comicios anteriores.
La mayoría de los sondeos pronostican que el PSOE y Unidos Podemos obtendrán la mayor cantidad de escaños, pero no los 176 necesarios para una mayoría en las 350 bancas de la cámara baja. De ser así, la coalición de izquierda necesitaría buscar el apoyo de partidos más pequeños, incluyendo nacionalistas vascos y catalanes.
El intento de Cataluña de independizarse de España en 2017 causó la peor crisis política en décadas. La resistencia separatista también provocó el surgimiento del nacionalismo español, dándole alas a Vox, el partido que podría obtener alrededor del 11% de los votos según una encuesta realizada a mediados de marzo por el Centro de Investigaciones Sociológicas de España.
El debate de 90 minutos les permitió a los líderes de los cuatro partidos compartir algunas de sus propuestas para impulsar el crecimiento económico, modificar los impuestos y reparar el frágil sistema de pensiones del país. Pero se enfocó en poner a prueba las capacidades retóricas de los candidatos.
Albert Rivera, del partido Ciudadanos, sorprendió al atacar a su más probable aliado en cualquier coalición gubernamental conservadora, recordándole a Pablo Casado cómo es que su Partido Popular ha quedado manchado por años de escándalos políticos. En respuesta, Casado dijo que fue seleccionado por el presidente de su partido "para pasar página de lo que se ha hecho mal en el pasado".
Casi 37 millones de españoles son elegibles para votar en los comicios del domingo, los terceros en menos de cuatro años como resultado de la reciente fragmentación y polarización de la política en España.
Extremaderecha a la espera
Extremaderecha a la espera
La exclusión del debate de Santiago Abascal, líder de Vox:
=>Debido a que no cuenta con representación parlamentaria, ha abierto una herida entre sus seguidores.
=>Que han incendiado las redes con memes en los que Abascal aparece como un superhéroe que salva España de los enemigos de la patria: inmigrantes, homosexuales, feministas y comunistas, entre otros.
=>Las encuestas prevén para Vox un resultado mediocre: en torno a los 26 diputados de 350.
=>Sin embargo, su papel como llave para facilitar la investidura de Pablo Casado o de Albert Rivera, como ya ocurrió en Andalucía, convierten a este partido en una amenaza directa para el bloque de izquierdas, representado por PSOE y Unidas Podemos.
Elecciones trascendentales
Las elecciones generales que se celebrarán en España el próximo domingo 28 de abril son una de las citas electorales más importantes desde que se restauró la democracia, en 1977. Los resultados marcarán el futuro para la próxima década de un país crispado socialmente, con una creciente preparación del empleo y una enorme crisis territorial provocada por la reivindicación de independencia de un sector de Cataluña.
Estas elecciones vienen precedidas de una debilidad parlamentaria sin precedentes en la historia de España, gobernada siempre por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Popular (PP), hasta ahora único representante de la derecha.
Por primera vez, hace 10 meses, un presidente del gobierno, Mariano Rajoy, del PP, fue expulsado por una moción de censura, tras resultar su partido condenado por financiación ilegal. Entonces se conformó el actual gobierno socialista, liderado por Pedro Sánchez. El presidente Sánchez convocó elecciones generales, el pasado 15 de febrero, debido a que su propuesta de presupuestos no fue aprobada en el parlamento.
Las encuestas auguran la victoria del PSOE, pero sin alcanzar una mayoría que le permita gobernar en solitario. Por primera vez, cinco partidos políticos entran en el terreno de juego con posibilidades reales de influir decisivamente en la formación de un gobierno.
A la izquierda, PSOE y Unidas Podemos; y a la derecha, PP, Ciudadanos y Vox, un partido de extrema derecha, que ya cuenta con representación parlamentaria en Andalucía. El centro político, principal bastión de la democracia española hasta ahora, se desdibuja. Nunca antes habían existido tantas diferencias ideológicas en las propuestas electorales.
A este panorama hay que añadirle que al día de hoy un 40 por ciento de los españoles con derecho a voto se declaran indecisos, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS); una cifra enorme que podría decantar la balanza el próximo domingo o quizá convertirse en una mayúscula abstención, lo que en las pasadas elecciones autonómicas en Andalucía se tradujo en un gobierno de derecha formado por Ciudadanos y PP, a los que apoya Vox.
Los socialistas perdieron su feudo histórico en Andalucía.
Los cambios sociales, el empobrecimiento de la población, la radicalización ideológica, el final del bipartidismo y la amenaza de ingobernabilidad marcan estas elecciones generales en España.