Kemba Walker llegó a los Celtics para suplir la salida del estelar Kyrie Irving, quien emigró a los Nets de Brooklyn. (AP)
Las expectativas altas no son algo nuevo para los Celtics de Boston. No estar a su altura pese a tener un plantel repleto de talento las dos temporadas anteriores fue un poco más difícil de digerir.
Los Celtics aprovecharon la oportunidad de obtener un canje al astro Kyrie Irving, sin garantía de que volvería a firmar cuando se convirtiera en un agente libre.
La apuesta no resultó y, dos años después, dañado por lesiones y desacuerdos con sus compañeros, Irving partió al término de la temporada para unirse a Kevin Durant en Brooklyn.
Boston dio vuelta a la página, al sumar al base estelar Kemba Walker para reemplazar a Irving y a Enes Kanter para llenar el hueco creado tras la salida del dominicano Al Horford a Filadelfia. Los Celtics también están apostando a su núcleo joven encabezado por Jayson Tatum y Jaylen Brown, quienes hace dos años, sin que Irving hubiera llegado, ayudaron a que Boston se quedara a un partido de la serie final de la NBA.
Walker acoge las novedades de cara a su novena temporada en la NBA.
"Simplemente es diferente. Me siento como el chico nuevo en la escuela", dijo Walker.
GANADOS
y 33 perdidos fue la marca
de los Celtics de Boston la
temporada pasada.
Las emociones estuvieron por doquier para los Celtics a lo largo de la temporada anterior.
Irving lideró a los Celtics en puntuación (23,8 unidades por juego) y asistencias por duelo (6,9), pero Boston finalizó con apenas el cuarto mejor récord en la Conferencia del Este (49-33) tras venir de temporadas consecutivas de 50 victorias.
Un jugador que está comprometido a ofrecer su máximo esta temporada es Gordon Hayward. Apenas un año después de la espeluznante lesión de tobillo que le causó perderse la temporada completa 2017-18.
Hayward llegó para conformar un dúo cuando se unió al equipo junto con Irving. Esa emoción, dijo, permanece alta en tanto se prepara para jugar al lado de Walker.
"Definitivamente es alguien que cambia un partido", compartió Hayward. "Creo que al ritmo que juega cambia los partidos".