Los residuos de neumáticos dejaron de ser colocados en lotes baldíos y en la vía pública. (ARCHIVO)
El centro de acopio ubicado en las instalaciones del Corralón Municipal recibió este año 495 toneladas de neumáticos, los cuales fueron transportados y destruidos térmicamente. Estos residuos dejaron de ser colocados en lotes baldíos y en la vía pública.
Cuando los neumáticos fuera de uso se encienden, pueden quemarse incluso durante meses. El caucho de neumático es un gran combustible porque se puede quemar, lo cual también lo hace peligroso. Aunque todavía es inflamable en forma triturada, la acumulación de un gran número de neumáticos en un solo lugar presenta un peligro de incendio mucho más grave, porque los neumáticos enteros atrapan gas metano de una manera que los fragmentos no lo hacen.
Debido a que los neumáticos están hechos de caucho sintético no son biodegradables y su composición química particular conduce a la lixiviación de toxinas en el suelo y en el agua.
Las investigaciones aún no han determinado si los neumáticos montados en pilas aspiran suficientes productos químicos (como el óxido de zinc) para ser peligrosos, pero eliminar los neumáticos al quemarlos en lugar de reciclarlos de forma segura puede tener graves consecuencias para el medio ambiente y también a la salud de las personas.
En este año la Dirección de Medio Ambiente de Torreón condicionó a los propietarios o concesionarios de camiones materialistas para la descarga de escombros en el único centro autorizado, conocido como Cañón del Indio, el cual ha recibido la cantidad de 114 mil 937 metros cúbicos de desecho. Actualmente se cuenta con dos centros de acopio de electrónicos: uno ubicado en las instalaciones del Centro de Verificación Vehicular y otro más en la planta baja del estacionamiento de Plaza Mayor. Lo recibido es trasladado a las instalaciones de la Secretaría de Medio Ambiente (Sema) del Estado.