En México existe un Observatorio mexicano de Drogas, que brinda información objetiva y confiable sobre el consumo de drogas a nivel nacional. (ARCHIVO)
Reconstruir el tejido social a partir de una atención integral de la salud mental de los niños y adolescentes será parte de la táctica que el sector salud aplicará en el marco de la Estrategia Nacional de Prevención de Adicciones Juntos por la Paz.
A partir de un modelo de inclusión en el que se escuche de manera prioritaria las necesidades de la juventud mexicana, la Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) buscarán reducir o evitar el riesgo de inicio en el consumo de drogas lícitas o ilícitas, además difundirán información sobre los efectos nocivos que causan en la salud física y mental, puesto que datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) refieren que 75% de las personas que las consumen, presentan algún trastorno de salud mental.
El sistema de Salud capacitará al personal de salud de las unidades de atención primaria, para que pueda reconocer los factores de riesgo, los determinantes sociales, emocionales y culturales que hacen vulnerables a las personas, en especial niños y jóvenes, a iniciar en el consumo de sustancias.
En el campo preventivo, en la Secretaría de Salud se fortalecen los servicios del centro de atención ciudadana Línea de la Vida, vía telefónica en el 800 911 2000, o a través de las redes sociales Twitter, Facebook e Instagram, en donde se proporciona atención personalizada y gratuita a nivel nacional a la población consumidora y sus familiares en materia de adicciones y enfermedades mentales, las 24 horas de los 365 días del año.
Este esfuerzo ofrece intervención en crisis y de emergencia; información sobre los centros de tratamiento especializados en adicciones; sustancias adictivas, así como herramientas para la autoevaluación de riesgos por consumo de sustancias y la detección de consumo en niñas y niños en espacios escolares y familiares, a través de señales de alerta.
Para atender a personas consumidoras de sustancias y a sus familiares, México cuenta con 400 unidades especializadas, 45 Centros Integrales de Salud Mental y tres hospitales psiquiátricos federales. A estas tareas se suma el trabajo de los 120 Centros de Integración Juvenil (CIJ), de los cuales 106 son de prevención y tratamiento, 11 de hospitalización, dos atienden a usuarios de heroína y uno más está dedicado a población infantil.
De manera paralela, el Observatorio Mexicano de Drogas, adscrito a la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), brinda información objetiva, confiable y comparable a nivel nacional sobre el consumo de sustancias psicoactivas y la demanda de tratamiento por su uso, para orientar el diseño de políticas públicas en la materia y la toma de decisiones en nuestro país.
Se creará la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama), con la fusión del Consejo Nacional de Salud Mental (Consame), Conadic y los Servicios de Atención Psiquiátrica (SAP), a fin de lograr un funcionamiento integral de esas instancias.