Unicef señaló que América Latina no tiene registro de nacimientos de 2.7 millones de menores.
"La crisis migratoria debe tratarse desde un enfoque multilateral implicando a México, Guatemala, Honduras y El Salvador para tratar la raíz de las causas en los países de origen", explicó este viernes la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore.
Para paliar los problemas de acogida a los miles de niños que con sus familiares tratan de cruzar las fronteras norte y sur de México, la directora ejecutiva de Unicef inauguró esta semana los dos primeros centros satélites de la organización.
Estos se ubican en Tijuana (Baja California), en la frontera con Estados Unidos, y en Tapachula (Chiapas), en la frontera con Guatemala, donde se concentra la crisis migratoria desde octubre, cuando se inició el fenómeno de las caravanas migrantes.
"Los servicios y las instalaciones en Tijuana están desbordados.
La ciudad debe planificar para suplir estas carencias porque pueden ser un foco de violencia y abusos, sobre todo para las mujeres, niños y adolescentes más vulnerables en estas circunstancias", afirmó en entrevista.
Añadió que a los niños no se les puede tener en centros de detención sino que hay que buscar lugares alternativos, más abiertos y en los que se permita su desarrollo educativo y físico.
El problema de la migración infantil se ha agravado ya que en Latinoamérica y el Caribe hay más de 7 millones de migrantes menores de 18 años.
En América Latina no existen registros de nacimientos de 2.7 millones de niños y niñas menores de 5 años, sin embargo "México destaca por tener un registro casi al 100 %, un gran logro", destacó Fore.
En su entrevista del jueves con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, Fore destacó que persiste la gravedad de los problemas de la falta de educación, inseguridad, déficit en salud y, particularmente, la nutrición, ya que un 33 % de los niños mexicanos están obesos.
Destacó que son inadmisibles los niveles de violencia sin importar la raza, religión o cultura.