La formación insurgente reivindicó un ataque en la ciudad de Char-e-Kar, en la provincia de Parwan. (EFE)
Un ataque suicida de los talibanes contra un mitin electoral del mandatario afgano, Ashraf Ghani, y un segundo atentado en Kabul a un edificio gubernamental han dejado este martes casi medio centenar de muertos y han desatado la alarma en plena campaña para unos comicios presidenciales claves.
La formación insurgente reivindicó un ataque en la ciudad de Char-e-Kar, en la provincia de Parwan (norte del país), contra un acto electoral de Ghani, que busca un segundo mandato en los comicios previstos para el 28 de septiembre.
Ghani y los oficiales que le acompañaban salieron ilesos de la acción, perpetrada hacia las 12:00 horas en una de las calles que conducían al acto electoral.
Pero al menos 26 personas, 22 de ellas civiles, perdieron la vida y 42 resultaron heridas cuando un atacante suicida hizo detonar los explosivos que portaba en su motocicleta, informó en un comunicado el portavoz del Ministerio del Interior, Nasrat Rahimi.
"Entre los muertos también hay mujeres y niños", detalló.
Un oficial de la Policía local que prefirió guardar el anonimato explicó a Efe que el mitin tuvo lugar en el patio del Centro de Entrenamiento de Policía ante más de 20,000 personas que acudieron al evento.
"El ataque tuvo lugar cuando el presidente Ashraf Ghani había empezado su discurso, pero, a pesar de la explosión, el encuentro no se vio perturbado y continuó durante cuarenta minutos, hasta su conclusión", añadió la fuente.
Se trata del peor atentado contra un acto electoral desde que arrancó la campaña el pasado 28 de julio, día en que veinticuatro personas, entre ellas cuatro atacantes, murieron en una acción contra las oficinas del compañero de candidatura de Ghani.
Ayer, un segundo ataque talibán contra un edificio del Ministerio de Defensa en Kabul dejó al menos 22 fallecidos, seis de ellos miembros de las fuerzas de seguridad, y 38 heridos, indicó el portavoz del Ministerio de Interior afgano en una nota.
Un portavoz de la formación insurgente, Zabihullah Mujahid, reivindicó la autoría de ambos atentados.