DICHOS DE SOR JUANA
ES MUY GRANDE
LA COSTUMBRE
Y ESTÁ LA VIRTUD
MUY TIERNA
El dicho de Sor Juana cuyo comentario comienza aquí, implica que -por ejemplo-, podrían ser palabras de quien ha decidido regenerarse, bifurcar su camino para abandonar el transitado durante mucho tiempo e ir por el de la moral convencional, sin embargo, nota que le pesa gravemente el pasado y la intención de enmendarse es todavía débil.
Otro ejemplo sería el de quien ha tomado una decisión y en el caminar hacia el objetivo se da cuenta de que aún es frágil porque le es difícil despojarse de las amarras con que permanecía atado; se siente inhábil por estar atrapado en las ataduras y reconoce que la buena intención todavía es endeble.
Para un ejemplo más concreto puede pensarse en la decisión del fumador que pretende dejar el vicio (vicio es una palabra a la que se acostumbra oponerle virtud). Hasta donde se sabe, no es el de renunciar a fumar, un objetivo al que se llegue con facilidad, como dice Sor Juana, es muy grande la costumbre, para el caso, el vicio. El fumador vive entrampado en las redes del hábito, del gusto y del placer de fumar. Ha de pasar mucho tiempo para que deje de necesitar el gozo del cigarro.
El dicho resulta aplicable también en quienes deciden dejar de comer porque lo hacen de manera enfermiza; en los alcohólicos; en los que no pueden abandonar una relación personal dañina. Son muchos los casos en que resulta aplicable el proverbio de La Americana Fénix. Todos, mientras llegan a su objetivo, mientras lo conquistan por su propia voluntad, tendrán muchas oportunidades de reconocer como Sor Juana dice: "es muy grande la costumbre / y está la virtud muy tierna".