El crecimiento agrícola obedece a la certidumbre otorgada al campo agrícola mexicano, así lo estimó el titular de la Sader, Víctor Villalobos Arámbula. (EFE)
ese al estancamiento de la economía mexicana de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el sector agrícola tendrá un crecimiento de 1.7 por ciento hacia finales del año.
Así lo estimó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos Arámbula, al señalar que ese resultado obedece a la certidumbre dada al campo agrícola de México.
"Se debe a que hay certidumbre y la certidumbre es fundamental en el campo y, obviamente, la certidumbre se garantiza por el gobierno", manifestó después de participar en la ponencia: Autosuficiencia Alimentaria e Innovación tecnológica con prácticas sustentables.
A unos días del Primer Informe del Gobierno, el funcionario federal aseguró que el campo mantiene un panorama positivo como resultado de las exportaciones, el consumo interno y los distintos programas de apoyo a los productores.
"La verdad es que nos ha ido muy bien", expresó Villalobos Arámbula, quien refirió que la balanza agropecuaria y agroindustrial mantiene un superávit de aproximadamente seis mil 170 millones de dólares a ochos meses de haber arrancado el año, lo que representa un avance superior de mil 700 millones de dólares en comparación con el mismo periodo del año.
Argumentó que esos números positivos son resultado de la relación comercial con el vecino del norte, ello a pesar de que aún se mantiene en espera la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), pero ésta podría darse en octubre próximo y será clave para atraer más inversión al país.
"Entonces, la agricultura productiva, la exportación, la agroindustria están operando muy bien", insistió el titular de la Sader, quien reiteró que 80 por ciento del presupuesto se ha destinado a las diferentes actividades agrícolas y en apoyo a los pequeños productores.
"Hay que destacar que hemos venido entregando los recursos a tiempo, de modo que los campesinos no son víctimas de los coyotes ni mucho menos de los agiotistas porque, cuando no tienen dinero para entrar o poder preparar sus tierras, son víctimas y tienen que pedir dinero prestado", concluyó.