Edith Olivares coordinadora de Amnistía Internacional, México, afirmó que no existe una cifra real sobre los casos. (MARY VÁZQUEZ)
"Desde hace mucho tiempo está normalizada la tortura en México, sistemáticamente y de forma generalizada forma parte de los mecanismos que utiliza las fuerzas policiales y las fuerzas armadas con la personas detenidas que presuntamente cometieron algún delito", dijo Edith Olivares, coordinadora de incidencia de Amnistía Internacional, México.
Dijo que la organización retoma los casos emblemáticos que otras organizaciones denuncian o que les hacen llegar y se han hecho investigaciones sobre tortura no sólo en México, sino a nivel mundial y en el caso de la tortura sexual en este país se documentaron 100 casos de mujeres detenidas del 2006 al 2016, de las cuales 72 afirmaron haber sufrido actos de violencia sexual, y 33 afirmaron haber sido violadas.
Mencionó que ni en México, ni en el mundo hay una cifra real que muestre un indicador sobre los casos de tortura en las personas que son detenidas o privadas de la libertad, por alguna instancia de seguridad, por lo que no se sabe cuantos son hombres o cuantas son mujeres y no se puede hacer un comparativo de cada país, sin embargo se estima que el 70 por ciento de las personas detenidas han sido objeto de alguna violación a sus derechos humanos y es una cifra muy alta y la violencia sexual es el caso más invisible, pues muchas de las víctimas no se atreven a denunciar por temor o pena.
"Como organizaciones se ha trabajado con el Estado mexicano, incluso también a nivel estatal y muy pocas veces a nivel municipal, pero el problema es que cuando la incidencia de la violación a los derechos humanos es a nivel federal, en papel tiene mucha disposición, pero el la práctica tiene mucha dificultad para que se materialice, por eso no queda más que como organizaciones sociales sigas presionando y la Comisión de Derechos Humanos también obliga a investigar y a hacer recomendaciones, pero muchas veces no se cumplen, porque el problema es que no hay una sanción penal y luego como que en nuestro país no le importa mucho que haya por ejemplo sentencias en la Corte Interamericana y son sentencias que tienen un lenguaje fuerte, por lo que creo que como ciudadanía podríamos tener una actitud de mayor exigencia y mayor presión".