El oro está viviendo por ahora una pequeña 'fiebre' que desde octubre ha generado que el metal retome fuerza tras meses de fuertes desplomes. (ARCHIVO)
Después de una primera mitad de 2018 en la que los precios del oro se desplomaron, desde octubre el metal precioso se ha revalorizado 11 por ciento, encadenando cuatro meses consecutivos de subidas, la racha más larga de los últimos siete años.
Las caídas de las bolsas que empezaron ese mes, una Reserva Federal (Fed) que se toma un descanso en su proceso de subir tipos, la incertidumbre por la guerra comercial y por un debilitamiento macroeconómico cada vez más evidente para muchos, están apoyando las subidas del oro, que se reivindica como refugio para los inversores en momentos de inquietud.
El oro está viviendo, por ahora, una pequeña "fiebre", desde que en octubre los mercados de renta variable sucumbieron al pesimismo y a la incertidumbre.
El metal cotiza ahora en mil 312 dólares por onza, máximos desde mayo de 2018, y en lo que va de año su precio ha subido 2.6 por ciento.
La entrada de dinero en fondos cotizados (ETF) sobre el metal es un reflejo de hasta qué punto los inversores tienen ahora propensión por el oro: en enero, según datos que recoge Bloomberg, aumentó en 70.6 toneladas la cantidad de oro que está invertido en ETFs, el mayor incremento en un mes desde febrero de 2017. Ahora hay el equivalente a 2 mil 280 toneladas de oro invertidas en ETFs, un nuevo récord no visto en seis años, que se traduce en 105 mil 586 millones de euros.
El consenso de mercado que recoge Bloomberg estima que la subida del metal ha ido demasiado lejos, ya que pronostican que el precio del oro se moverá en el segundo trimestre de 2019 a un precio medio de mil 276 dólares por onza, 2.75 por ciento por debajo de los precios actuales.
Eso sí, de cara al último trimestre del presente año prevén que el metal supere mil 300 dólares por onza, y para los primeros tres meses de 2020 la estimación avanza hasta los mil 323 dólares.