Actualmente, los cinco municipios considerados por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) como parte de la Zona Metropolitana de La Laguna (ZML) son Torréon, Matamoros y Francisco I. Madero en Coahuila; Lerdo y Gómez Palacio en Durango.
Cada uno de estos municipios, además de la otra decena que forma parte de nuestra dinámica regional, está delimitado geográfica y políticamente de acuerdo a sus propias historias de fundación y ordenamientos territoriales provocados por las actividades económicas de sus comunidades. Sin duda, el agua de los ríos Aguanaval y Nazas alimentaron el auge económico por la siembra de algodón en la Comarca, pero la llegada del Ferrocarril a finales del SXIX permitió la comercialización internacional de las manufacturas de la región.
Esta zona guarda particularidades sociales y culturales, indudablemente, pero comparte un espíritu profundamente industrial y próspero. Por ello, la situación de crisis o estancamiento que desde hace por lo menos una década padecemos en La Laguna, preocupa y ocupa a quienes la habitamos, la trabajamos y procuramos colaborar en su desarrollo sostenible en beneficio de actuales y futuras generaciones de laguneros.
En este nuevo panorama político-electoral, la coyuntura multi-partidista pudiera leerse como un reto más en la construcción de vías de coordinación metropolitana. Sin embargo, desde Metrópoli Laguna interpretamos la necesidad de todas las fuerzas políticas y sus representantes para colaborar en términos de gobernanza, a falta de presupuestos propios suficientes para la inversión en las grandes obras de infraestructura necesarias, en aras de demostrar y capitalizar ese nivel organizativo a través de fondos federales de carácter metropolitano.
No sólo alcaldes, alcaldesa y gobernadores de Coahuila y Durango se han mostrados interesados en sentarse a revisar planes y estrategias. También coordinadores estatales, la propia Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y el sector empresarial y social, representados en Metrópoli Laguna, trabajamos en la conformación de un plan de gobernanza viable y eficiente, que institucionalice la planeación y la toma de decisiones en la ZML permanentemente, con participación de organismos de la sociedad civil e instituciones académicas como consejeros y controles en la vigilancia de los recursos que eventualmente sean asignados.
El trabajo de análisis legislativo que corresponderá a ambos congresos locales, así como las reflexiones que podamos aportar desde la sociedad civil, deberá comprender e integrar visiones de la memoria histórica, rasgos de identidad cultural y prácticas comunitarias que se han convertido en "hábitus", como define Bordieu, más allá de la manera cotidiana en la que vivimos y expresamos la cultura, sino el inconsciente colectivo y la semiótica que se esconden y deberán ser reveladas para construir acuerdos con base en la realidad, o lo más cercano a esa realidad simbólica y tangible de La Comarca.
