Los niveles de cesio-137 en la isla Lawrence no se consideran un problema de salud. (TWITTER)
Investigadores descubrieron niveles elevados de radiación en aguas de una isla remota de Alaska, en el Estrecho de Bering, que se atribuyen a los residuos radiactivos de la planta nuclear de Fukushima Daiichi, en Japón, que resultó dañada por un tsunami registrado hace ocho años.
Los científicos que investigan la contaminación del agua alrededor de la Isla Lawrence anunciaron haber detectado un leve aumento en los niveles de cesio-137 radiactivo y lo atribuyeron al desastre de Fukushima, cuyos residuos se habrían desplazado por el mar hacia el norte.
"Sabía que esas corrientes japonesas llegarían a nuestras aguas y por eso me ofrecí a hacer las pruebas", dijo Eddie Ungott, experto residente en la aldea de Gambell, citado en un comunicado de la Universidad de Alaska Fairbanks (UAF), quien trabajó el agua recolectada el año pasado en las cercanías de Lawrence.
"Esto solo es el borde norte de la pluma", advirtió por separado Gay Sheffield, agente asesor del programa Sea Grant, con sede en Bome.