Un estudio del instituto estadounidense Smithsonian ha identificado la existencia, en los ríos sudamericanos, de tres especies distintas de anguilas eléctricas. (ESPECIAL)
Un estudio del instituto estadounidense Smithsonian ha identificado la existencia, en los ríos sudamericanos, de tres especies distintas de anguilas eléctricas, incluida una que genera la mayor descarga eléctrica que cualquier otro animal, reveló la revista Nature Communications.
A partir del análisis del ADN de 107 peces recolectados durante seis años en ríos de Brasil, Guayana Francesa, Guyana y Surinam se descubrió que las anguilas eléctricas en la cuenca del Amazonas pertenecen a tres especies diferentes que evolucionaron de un ancestro común hace millones de años.
Determinaron que cada especie tiene una forma de cráneo, además de características definitorias en la aleta pectoral y una disposición distintiva de los poros en todo el cuerpo.
Los expertos identificaron así dos nuevas especies de anguila eléctrica, la Electrophorus voltai y la Electrophorus varii, que se unen a la ya conocida Electrophorus electricus, aunque cada una tiene una distribución geográfica propia por la cuenca del Amazonas.
Descubrieron además que E. voltai puede descargar hasta 860 voltios de electricidad, significativamente más que los 650 voltios conocidos previamente generados por E. electricus, lo que la convierte en el animal capaz de generar la descarga eléctrica de origen biológico más fuerte.
Estas anguilas eléctricas, que están ampliamente distribuidas en pantanos, arroyos y ríos de todo el norte de América del Sur y envían electricidad a través del agua para aturdir a sus presas y defenderse, fueron la inspiración para diseñar la primera batería en 1799.
Los expertos creen que a medida que saben más sobre cómo las anguilas generan suficiente electricidad para aturdir a un animal grande, podrán obtener nuevas ideas sobre cómo mejorar la tecnología y aplicarla en el tratamiento de enfermedades.
David de Santana, investigador del Museo Nacional de Historia Natural asociado al instituto Smithsonian, afirmó que la diversidad que su equipo ha descubierto es "emocionante", ya que crea nuevas oportunidades para investigar cómo los animales generan electricidad de alto voltaje al secuenciar y comparar sus genomas.
"Realmente podrían tener diferentes enzimas, diferentes compuestos que podrían usarse en medicina o inspirar nuevas tecnologías", señaló.