El consumo de estos huesos lo ayudará a prevenir la aparición de problemas bucales, como sarro. (ARCHIVO)
Uno de los comentarios que se escuchan a menudos respecto a la alimentación de los perros, es aquel que asegura que los huesos de pollo son dañinos para ellos, ya que pueden obstruir en su sistema digestivo.
Según los artículos de Soy Un Perro, Mundo Perro y Mis Animales, los hueso no sólo no son nocivos para ellos, sino que son muy beneficiosos y altamente saludables, incluso les aportan nutrientes que pueden ayudarle a evitar enfermedades; sin embargo,la regla para que consuman esto es que no pueden ir cocidos ya que se vuelven más húmedos y duros, complicando su digestión.
La mandíbula, los dientes y el sistema digestivo de los perros está diseñado para aguantar la ingesta de huesos y más, pues aunque estos animales hayan sido domesticados, no se debe olvidar que ellos son carnívoros, y que descienden de los lobos.
Cuando se dice que los huesos de pollo son dañinos para las perros, se habla respecto al error de introducir la comunidad humana en su dieta, por ejemplo, el pollo frito.
Todos los huesos que le des a tu perro deben ser totalmente crudos. Si estás preocupado por las bacterias, puedes congelarlos previamente durante tres días, luego dejar que entren en temperatura ambiente antes de dárselos.
Ten en cuenta el tamaño de los huesos y de tu perros. Para perros como el pastor Alemán y el Rottweiler puedes optar por huesos grandes como las piernas de pollo.
El consumo de estos huesos lo ayudará a prevenir la aparición de problemas bucales, como sarro.