Los Red Devils tienen un gran porvenir. (ARCHIVO)
Con un gol de penal en los últimos minutos, el Manchester United se impuso 3-1 al París Saint-Germain en el Parque de los Príncipes, con lo que avanzó a los cuartos de final de la Champions League gracias al gol de visitante y se impuso en una serie dramática y vibrante.
El conjunto inglés logró un empate global de 3-3 que sirvió para revertir el 2-0 que consiguió el equipo francés en su visita al “Teatro de los Sueños”, en el partido de ida de esta eliminatoria por los octavos de final.
Las pesadillas del PSG comenzaron a materializarse apenas a los dos minutos de juego, luego de que el defensor Thilo Kehrer se equivocó en la salida dejando el balón a merced del poderoso delantero belga Romelu Lukaku, quien no perdonó y con pura potencia puso el 1-0 para el United.
La torrencial lluvia que cayó desde el cielo parisino fue el aliciente perfecto para que el fútbol dinámico del PSG apareciera. Los botines de Kylian Mbappe jugando cargados de idea, puso un centro raso y medido a la oportuna llegada del español Juan Bernat que a los 12 minutos marcó el 1-1 que devolvía la calma.
La alguna vez cómplice lluvia parisina, se volvió en contra del local cuando un tiro de Rashford sin muchas pretensiones, complicó la vida de Buffon, pues le botó justo antes de llegar a su posición para fraguar el grave error que a los 30 minutos Lukaku convirtió en el 2-1 que reanimaba la ilusión para el Manchester.
Pasaron 56 minutos de juego para que el VAR hiciera presencia anulando un gol al PSG, por ello el equipo francés siguió atacando, pero no fue el partido de Mbappe, pues el ariete galo se cansó de fallar cuanto mano a mano tuvo en el encuentro, factor que a la postre fue decisivo.
La pesadilla parisina se volvió real cuando a los 90 minutos de partido, Presnel Kimpembe cometió una mano marcada por el VAR que dejó en los botines de Marcus Rashford la responsabilidad, que transformó en motivación para convertir desde los 11 pasos el 3-1 para el Manchester United.
El conjunto inglés logró la hazaña, abrazado a su cantera, para avanzar de ronda y demostrar que los Red Devils tienen un gran porvenir, frente al PSG, club que era un serio candidato a conquistar el cetro de Europa que apenas ayer quedó vacante, luego de más de mil días de dictadura blanca.
