La oposición acusa a la Policía de ser 'el brazo represor' del Gobierno de Daniel Ortega. (EFE)
El Gobierno de Nicaragua anunció este jueves un incremento en el número de agentes de seguridad, entre acusaciones por actos de represión ejecutados por la Policía Nacional, en medio de una profunda crisis sociopolítica.
La Policía de Nicaragua informó que 635 nuevos agentes se graduaron de su curso básico, tras superar "diversos módulos educativos para recibir el grado que los acredita como miembros de la institución del orden".
Diversos movimientos de oposición señalan a la Policía nicaragüense como "el brazo represor" del Gobierno del presidente Daniel Ortega, al que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) responsabiliza por crímenes "de lesa humanidad".
El Gobierno no suele informar sobre el número total de agentes de la Policía Nacional, sin embargo, en abril pasado indicó que hasta 15,000 efectivos habían resguardado la seguridad de los 6.3 millones de habitantes en Nicaragua, uno de los más seguros de Latinoamérica hasta el estallido social de 2018.
Ayer la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, contraparte del Gobierno en las negociaciones para encontrar una salida a la crisis local, se quejó de una nueva "ola de represión" ejecutada por la Policía Nacional.
La reciente "ola de represión" se observa en nuevas capturas de jóvenes que la Policía considera opositores, y el fuerte asedio contra cientos de manifestantes excarcelados en días recientes, según denuncia la Alianza Cívica.
Las acciones de los agentes coinciden con la disposición de la Policía Nacional de no permitir protestas contra Ortega, lo que contradice la Constitución de Nicaragua, según los expertos juristas.
La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ya se ha sumado a los reclamos de la oposición, pues considera "urgente necesidad de restablecer plenamente las libertades en Nicaragua".